Es como contemplar un desastre, no quieres mirar, pero te quedas ahí parado mirando, te quedas embobado. Es un tipo, que si no lo conoces muy a fondo, parece otro rico caprichoso y pedante. Se mete muy bien en su papel y es que por aquí de eso depende la supervivencia, sobretodo a la hora de llevarse algo delicioso a la boca. Los mejores restaurantes estan, como no, en la zona alta. La primera vez que comí algo decente, fue gracias a él. Sí, ir a la zona alta es genial, te sientes tan privilegiado pero te lo tienes que preparar. Jack N nos deja algunos trajes, que considera apropiados, Charlotte nos da consejos, para no dar mucho el cante. A M no le hacen falta, este se lo sabe todo. Creeme para comer bien sí, pero para tomar bebidas tan exquisitas a la par que peligrosas como nuestra estimada Absenta, no. Pero lo peor, con lo hermoso que es todo en la zona alta, es que no hay ni un maldito museo. Artistas hay, pero al estar prohibido el arte pues como no los vendas a ricachones excentricos, tu obra no va a ser muy vista. Como en el fondo somos unos gamberros, al pasar por la plaza, en la única y gran estatua de nuestro tiranico presidente, tiramos piedras. M vale para estar en ese mundillo, pero no le apetece vivir limitando su talento y su vida allí. De todos modos no queremos que se deprima o que se quede solo, Blackfield, lo pasó francamente mal y M no quiere eso. Charlotte, que tuvo el privilegio de nacer en familia rica, tampoco le gustó. Sí en Alemania lo pasan mal, aquí pues igual o peor. Damos una vuelta pero la mayor parte de las noches las pasamos en la zona baja, ahí, donde uno puede ser uno mismo. Nos tiramos toda la vida en el Midnight Cabaret, entre el trabajo y el cachondeo, no hay quien nos saque. Por cierto, a veces alguna de las chicas, canta. A Charlotte le da verguenza pero cuando canta con M, que bien canta. Rose, tiene una voz preciosa también. Bueno si no vamos a relajarnos al Midnight Cabaret vamos a ver el panorama al Dorado, creo que está ambientado para homosexuales, bah, la música está bastante bien, Jazz. Allí conocimos a Zim zum. Con ella mucho cuidado, el angel de Dios, ni tocarlo, si eres hombre. Deberían haberla apodado Lesbos... Los gays, al igual que por Alemania, no están muy bien vistos por aquí. Me gusta vivir y tocar en el Midnigh Cabaret, con todo lo bueno y lo malo. Qué se vayan a la mierda los ricos, somos artistas, somos dandys y sobretodo somos groteskos, vamos a donde queremos y hacemos lo que queremos.
martes, 2 de febrero de 2010
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