NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):
Los personajes de CLAMP, pertenecen exclusivamente a CLAMP (Sólo aquellos cuyo nombre no reconozcais, son cosa mia) Los personajes de Slayers pertenecen a Hajime Kanzaka
Historia narrada en primera persona, según Sakura y según Eriol generalmente excepto en el Prólogo y el Epílogo.
Sí, hijos mios, como esta humilde escritora y fan tiene sus parejas favoritas pero no le importa arriesgarse con otros canones amorosos, en este FanFic Crossover, hay de todo XD
Se supone que por culpa de la liberación de nuevas y extrañas cartas encontradas por Eriol se produce un peligroso resultado pues una de las criaturas selladas para vengarse del osado mago que la sella, se va con el grupo de criaturas malas, naciendo Distorción que distorsiona y lo cambia todo en las vidas de Eriol y Sakura...
Espero que os guste, es una aútentica locura pero creo que puede entreteneros bastante. Además si necesitais info, sólo teneis que hacermelo saber ^^
Dedicada especialmente a Choco Chan, que me ayudó a avivar la loca idea y tornarla tán dramtica como romantica XD
ADVERTENCIA: Puede que haga mención a algunos hechos ocurridos en otros mangas/animes como el de Slayers o de las CLAMP como xxxHolic o TRC. (Perdonadme si en alguno no soy muy precisa, TRC es un poco bastante complicado XD)
"Puede que te encuentres con las mismas personas en diferentes mundos. Esos que fueron buenos contigo en un mundo, puedes estar seguro de que seran igual en otro." Yuuko Ichihara - Personaje relevante en el manga/anime de xxxHolic
FanFic Crossover
CLAMP - Welcome To Hell
El futuro es como un castillo de arena
Los personajes de CLAMP, pertenecen exclusivamente a CLAMP (Sólo aquellos cuyo nombre no reconozcais, son cosa mia) Los personajes de Slayers pertenecen a Hajime Kanzaka
Historia narrada en primera persona, según Sakura y según Eriol generalmente excepto en el Prólogo y el Epílogo.
Sí, hijos mios, como esta humilde escritora y fan tiene sus parejas favoritas pero no le importa arriesgarse con otros canones amorosos, en este FanFic Crossover, hay de todo XD
Se supone que por culpa de la liberación de nuevas y extrañas cartas encontradas por Eriol se produce un peligroso resultado pues una de las criaturas selladas para vengarse del osado mago que la sella, se va con el grupo de criaturas malas, naciendo Distorción que distorsiona y lo cambia todo en las vidas de Eriol y Sakura...
Espero que os guste, es una aútentica locura pero creo que puede entreteneros bastante. Además si necesitais info, sólo teneis que hacermelo saber ^^
Dedicada especialmente a Choco Chan, que me ayudó a avivar la loca idea y tornarla tán dramtica como romantica XD
ADVERTENCIA: Puede que haga mención a algunos hechos ocurridos en otros mangas/animes como el de Slayers o de las CLAMP como xxxHolic o TRC. (Perdonadme si en alguno no soy muy precisa, TRC es un poco bastante complicado XD)
"Puede que te encuentres con las mismas personas en diferentes mundos. Esos que fueron buenos contigo en un mundo, puedes estar seguro de que seran igual en otro." Yuuko Ichihara - Personaje relevante en el manga/anime de xxxHolic
FanFic Crossover
CLAMP - Welcome To Hell
El futuro es como un castillo de arena
PRÓLOGO
A medida que conseguí ponerme las gafas mientras me iba levantando del suelo poco a poco a causa de lo debilitado que me encontraba del viaje y la dura llegada hasta áquel lugar con apariencia de gran salón, en el cúal un poderoso rey recibiría a sus destacados invitados o atendería tareas reales, fuí percatandome de la imponente presencia de un hechicero. Sus túnicas eran amplías y negras, muy negras pero brillantes como si su tejido fuese suave terciopelo. Con algo de color en los largos puños y en el cuello. En su rostro se hallaba una sonrisa pero el fruncir de sus finas y largas cejas me indicaba que no parecía muy agradado con mi visión. Aún poseyendo unos marcados rasgos, era un hombre atractivo, bien conservado y emanante de un intenso poder magico. Sentandose en lo que parecía un elegante trono, esculpido con esmero y de seguro para otro hombre, alzaría un brazo y exigiría a una muchacha de rizados y largos cabellos de un negro tán negro como la noche, saber mi identidad o al menos, qué hacía frente a él.
-Xing Huo, ¿por qué motivo ha sido traido este hombre hasta mí? Mi tiempo es muy valioso y lo sabes. -Hablaría con una voz capaz de paralizar a cualquiera. La muchacha no tardó en responder, previamente haciendo una reverencia:
-Mi señor, fue encontrado no muy lejos de las ruinas. -
Era una muchacha muy hermosa, con una figura bien curveada para su poca estatura sin embargo su voz producía un efecto menos agradable, melodiosa pero maliciosa, que te invitaba a desconfiar de ella. La expresión de molestia en el temible hechicero cambió y sus ojos brillarían al alzar una ceja. Algo tomaría forma en su mente en ese instante, nada bueno podía ser cuando sus ojos no se apartaron de mi desde ese momento.
-Dime, ¿te ha enviado esa bruja para espiarme? -Preguntó con un tono de voz que me pusó los pelos de punta. Calmado y aparentemente simpatizante pero en el fondo cargado de ira hacía la persona mencionada.
-¿A-A qué se refiere Ud? -Fue mi atropellada respuesta, arrugando la frente y sonriendo nervioso.
Echandose a reir, unas carcajadas que me rocordaban a las que todo villano ha de soltar, cerrando los ojos mientras apoyaba levemente parte de su rostro contra su mano izquierda, dijo:
-Si es obra tuya, Yuuko, he de admitir que ha tenido su gracia. Jamás imaginé que guardases artimañas como esta, ¿acaso no era yo el tachado de tramposo? -
Girando forzosamente mi cabeza hacía atrás, sobre la pared se encontraba un ovalado espejo de grandes dimensiones que en cuya superficie apareció la imagen de una mujer de aspecto joven y meláncolico sentada con la mirada perdida sosteniendo entre sus manos un vasito triangular de blanco color a juego con su ancho traje ¿oriental? La muchacha haría un gesto de desprecio pero el hechicero en cambio mostró una enigmatica sonrisa, perdiendo por un leve momento fiereza sus ojos. O esa impresión me llevé. Supongo que siempre veo aprecio dónde no lo hay.
-No sé de que me hablas, Fei Wang. -Le contestó la bella mujer de delicada apariencia. En su voz creí apreciar desazón.
-¡Ni se te ocurra mentirme maldita bruja! -Le espetaría el hechicero, convencido de que ella me había enviado hasta ese lugar. -Puedo percibir en él tu poder magico. -Añadiría retomando la calma perdida un instante anterior.
La mujer suspiró y cerró sus ojos hasta que trascurrido un largo y silencioso rato, exhibiendo una sonrisa de disimulada satisfacción, replicó, dejando sobre la larga tabla de madera en que estaba sentada su vasito para cubrirse la boca:
-Pues yo en cambio, notó el poder magico de Clow. -
La criatura oscura y regordeta que estaba junto a su lado aferrandose a una botalla igual de alta que ella, agitaría su cabeza para asentir varias veces. Con una ceja levantada y los ojos entrecerrados pero luminosos, agregó:
-¿No se tratará de una de las sorpresitas de Clow más bien? -
La reacción de Fei Wang, muy comedida eso sí, no fue como la mia. En su despejada frente una fina vena se marcaría mientras fruncía el ceño y apretaba su mandibula. Las carcajadas de la mujer que se encontraba al otro lado y la criatura a la que miraba debían de resonar en su cabeza dañando su desproporcionado ego. La muchacha debía de saberlo pues le dirigió una mirada de temor.
-¡Lo dudo! -Bramaría el hechicero sin poder contener la rabia que se prodigaba por su cuerpo golpeando el antebrazo de madera del asiento. Todos centramos nuestra atención en él, que dibujandose una retorcida sonrisa en su rostro a la par que en sus ojos se cuajaba un destello de desafio y arrogancia, añadió. -Pero si así se tratase, comprobemoslo. -
Puesto en pie movería sus brazos y manos como si se dispusiese a crear algo, de entre sus dedos surgirían unas figuras negras amorfas que rápidamente se abalanzarían contra mí. Ni la denominada bruja ni la criaturita prosiguieron bromeando, ambas observaron el ataque de Fei Wang con los ojos abiertos hasta el limite y la boca ligeramente abierta. Yo, sin comprende a qué se debía el ser atacado, como principal impúlso de supervivencia, intenté huir pero aquello que iba trás de mí era más rápido y por desgracia, todavía mi cuerpo estaba acostumbrandose al traspaso de dimensiones. Al caer, todo lo que pudé hacer fue emplear mis brazos bajo las largas y aparatosas mantas que me cubrían.
-¡No me hagan daño! -Grité asustado, notando como mi corazón latía con un ritmo acelerado, cerrando los ojos. -¡Yo no he venido a espiar a nadie! -Les hice saber suplicante.
Pero aquellas cosas negras no lograrían infringirme mal alguno pues se vieron bruscamente detenidas produciendose un cegador destello. Verdaderamente, cuando Fei Wang apartó el brazo que tapaba sus ojos a modo de protección ante tál luminosidad, se quedó sin palabras al reconocer el circulo magico trazado en mitad del salón, conmigo precisamente en su centro. O al reconocer gran parte de las luminosas figuras que lo conformaban.
-¡No puede ser cierto! -Gritaría el hechicero negandose a aceptar lo que la bruja había mencionado. -¡¿Qué clase descendiente sería este, pues?! -Preguntaría lanzando otro grito de mayor altura, desconcierto y furia. Él conocía de cabo a rabo todos los descendientes del Mago Clow pero yo, jamás había oido hablar de mí y así debía de ser.
-¡Eso no es de vuestra incumbencia! -Le respondió una voz que sólo sería familiar para mí. Abriendo los ojos mientras relajaba mis brazos sentado en el suelo comprobé que él estaba allí en verdad, sosteniendo en una de sus manos una extraña criatura, pizca más o menos, similar a la oscura pero más grande y toda ella fulgurante. -Regresemos antes de que nuestra presencia disturbe más el equilibrio. -Me diría tornandose más agradable y dulce su tono de voz al dirigir sus ojos hacía mi. Asentí con los ojos llorosos.
Agarrandome a él como un chiquillo que sólo encuentra seguridad en su padre, me preparé para el siguiente viaje. Su segura sonrisa me dió fuerzas. Antes de arreglar lo que yo había liado, girando la cabeza para contemplar a la inigualable en belleza y poder Yuuko Ichihara, entornando sus ojos de clarísimo color sentenció:
-Me alegra comprobar que los años no hacen mella en su belleza, señorita Ichihara. -
El rostro de la bruja enrojeció intensamente, poniendose en pie perdería las formas:
-¡¿Quién demonios te crees que eres para dirigirte a mí con esa confianza?! -
-Además su fascinante carácter tampoco ha variado mucho. -Añadiría consiguiendo hacernos reir a la criatura oscura y a mí. -¡No esperaba volver a verla pero me ha alegrado mucho! Le deseo suerte con lo suyo. -Se despediría dejando aún más molesta a la bruja, que no podría hacer otra cosa más que ser participe de nuestra partida y borrado de memoria.
Para Fei Wang, Xing Huo y Yuuko Ichihara, aquello no habría sucedido nunca, por lo que seguiriamos siendo unos extraños a ojos de La bruja de las Dimensiones o incluso, unos individuos inexistentes. Con respecto al recuerdo que el lugar pudiese albergar de nosotros, al ser usada la magia, la criatura que había llevado consigo mi salvador se tragó toda esa esencia, lo que incrementó su tamaño un poco más, variando su aspecto fisíco. Fuera del recipiente en el cúal moraba llegaría un punto en que sería difícil de desplazarla pero eso para él no presentaba tanto problema como para nosotros, sus hijos. Sentandose a mi lado, en mi confortable cama, acariciando mis cabellos insistiría en que no intentase desobedecer a mis superiores.
-Elemiah, ¿comprendes ahora por qué no todavía no te es permitido salir como a otros chicos? -Me decía con su frente arrugada, con el susto aún en el cuerpo. -Tú nunca serás como ellos, tú eres mucho más especial y siempre lo serás. -Se esmeraba en recordarme, lo que sólo lograba hacerme sentir más idiota por intentar algo que en el fondo sabía iba a ser más perjudicial que beneficioso. Besando en la frente me recomendó descansar.
-Antes me gustaría saber algo, ¿ese Clow del que hablaban es el mismo Clow que tú conociste en uno de tus viajes? -Me atreví a preguntarle agarrando su brazo para retenerlo.
-Si, es probable que sí lo sea. Aunque haya mundos y realidades diferentes, el alma no varía. -Me respondió dedicandome una encantadora sonrisa. Respiré hondo y le cuestioné lo que tantos años me ha perseguido:
-Ese tál Fei Wang habló de sus descendientes, ¿hay una posibilidad de que yo también sea descendiente de Clow Reed? -
El silencio fue la peor de las respuestas. Soltando lentamente su brazo de entre mis dedos, suspiró y dijó fingiendo no haber oido semejante e importante pregunta:
-Cierra los ojos y descansa, ahora lo que más necesitas es reposo. -
Estoy seguro de que áquel al que todos nos referiamos como Padre deseaba que al ir pasando el tiempo lo olvidase o esa duda quedase enterrada como una pequeña caja bajo la arida e internimable tierra del desierto pero al tenerle frente a mí, al hombre y al mago cuyos conocimientos tanto nos habrían aportado, la cajita sería desenterrada pero nunca llegué a tener el mismo valor a preguntarselo. Sin embargo, mi cuerpo siempre mantuvo el recuerdo del encuentro con Fei Wang, pues no morí pero una especie de marca en mi piel me indicaba que podría hacerlo en cualquier momento al consumir toda mi esencia. Todo, tarde o temprano daría pie a un gran problema...
A medida que conseguí ponerme las gafas mientras me iba levantando del suelo poco a poco a causa de lo debilitado que me encontraba del viaje y la dura llegada hasta áquel lugar con apariencia de gran salón, en el cúal un poderoso rey recibiría a sus destacados invitados o atendería tareas reales, fuí percatandome de la imponente presencia de un hechicero. Sus túnicas eran amplías y negras, muy negras pero brillantes como si su tejido fuese suave terciopelo. Con algo de color en los largos puños y en el cuello. En su rostro se hallaba una sonrisa pero el fruncir de sus finas y largas cejas me indicaba que no parecía muy agradado con mi visión. Aún poseyendo unos marcados rasgos, era un hombre atractivo, bien conservado y emanante de un intenso poder magico. Sentandose en lo que parecía un elegante trono, esculpido con esmero y de seguro para otro hombre, alzaría un brazo y exigiría a una muchacha de rizados y largos cabellos de un negro tán negro como la noche, saber mi identidad o al menos, qué hacía frente a él.
-Xing Huo, ¿por qué motivo ha sido traido este hombre hasta mí? Mi tiempo es muy valioso y lo sabes. -Hablaría con una voz capaz de paralizar a cualquiera. La muchacha no tardó en responder, previamente haciendo una reverencia:
-Mi señor, fue encontrado no muy lejos de las ruinas. -
Era una muchacha muy hermosa, con una figura bien curveada para su poca estatura sin embargo su voz producía un efecto menos agradable, melodiosa pero maliciosa, que te invitaba a desconfiar de ella. La expresión de molestia en el temible hechicero cambió y sus ojos brillarían al alzar una ceja. Algo tomaría forma en su mente en ese instante, nada bueno podía ser cuando sus ojos no se apartaron de mi desde ese momento.
-Dime, ¿te ha enviado esa bruja para espiarme? -Preguntó con un tono de voz que me pusó los pelos de punta. Calmado y aparentemente simpatizante pero en el fondo cargado de ira hacía la persona mencionada.
-¿A-A qué se refiere Ud? -Fue mi atropellada respuesta, arrugando la frente y sonriendo nervioso.
Echandose a reir, unas carcajadas que me rocordaban a las que todo villano ha de soltar, cerrando los ojos mientras apoyaba levemente parte de su rostro contra su mano izquierda, dijo:
-Si es obra tuya, Yuuko, he de admitir que ha tenido su gracia. Jamás imaginé que guardases artimañas como esta, ¿acaso no era yo el tachado de tramposo? -
Girando forzosamente mi cabeza hacía atrás, sobre la pared se encontraba un ovalado espejo de grandes dimensiones que en cuya superficie apareció la imagen de una mujer de aspecto joven y meláncolico sentada con la mirada perdida sosteniendo entre sus manos un vasito triangular de blanco color a juego con su ancho traje ¿oriental? La muchacha haría un gesto de desprecio pero el hechicero en cambio mostró una enigmatica sonrisa, perdiendo por un leve momento fiereza sus ojos. O esa impresión me llevé. Supongo que siempre veo aprecio dónde no lo hay.
-No sé de que me hablas, Fei Wang. -Le contestó la bella mujer de delicada apariencia. En su voz creí apreciar desazón.
-¡Ni se te ocurra mentirme maldita bruja! -Le espetaría el hechicero, convencido de que ella me había enviado hasta ese lugar. -Puedo percibir en él tu poder magico. -Añadiría retomando la calma perdida un instante anterior.
La mujer suspiró y cerró sus ojos hasta que trascurrido un largo y silencioso rato, exhibiendo una sonrisa de disimulada satisfacción, replicó, dejando sobre la larga tabla de madera en que estaba sentada su vasito para cubrirse la boca:
-Pues yo en cambio, notó el poder magico de Clow. -
La criatura oscura y regordeta que estaba junto a su lado aferrandose a una botalla igual de alta que ella, agitaría su cabeza para asentir varias veces. Con una ceja levantada y los ojos entrecerrados pero luminosos, agregó:
-¿No se tratará de una de las sorpresitas de Clow más bien? -
La reacción de Fei Wang, muy comedida eso sí, no fue como la mia. En su despejada frente una fina vena se marcaría mientras fruncía el ceño y apretaba su mandibula. Las carcajadas de la mujer que se encontraba al otro lado y la criatura a la que miraba debían de resonar en su cabeza dañando su desproporcionado ego. La muchacha debía de saberlo pues le dirigió una mirada de temor.
-¡Lo dudo! -Bramaría el hechicero sin poder contener la rabia que se prodigaba por su cuerpo golpeando el antebrazo de madera del asiento. Todos centramos nuestra atención en él, que dibujandose una retorcida sonrisa en su rostro a la par que en sus ojos se cuajaba un destello de desafio y arrogancia, añadió. -Pero si así se tratase, comprobemoslo. -
Puesto en pie movería sus brazos y manos como si se dispusiese a crear algo, de entre sus dedos surgirían unas figuras negras amorfas que rápidamente se abalanzarían contra mí. Ni la denominada bruja ni la criaturita prosiguieron bromeando, ambas observaron el ataque de Fei Wang con los ojos abiertos hasta el limite y la boca ligeramente abierta. Yo, sin comprende a qué se debía el ser atacado, como principal impúlso de supervivencia, intenté huir pero aquello que iba trás de mí era más rápido y por desgracia, todavía mi cuerpo estaba acostumbrandose al traspaso de dimensiones. Al caer, todo lo que pudé hacer fue emplear mis brazos bajo las largas y aparatosas mantas que me cubrían.
-¡No me hagan daño! -Grité asustado, notando como mi corazón latía con un ritmo acelerado, cerrando los ojos. -¡Yo no he venido a espiar a nadie! -Les hice saber suplicante.
Pero aquellas cosas negras no lograrían infringirme mal alguno pues se vieron bruscamente detenidas produciendose un cegador destello. Verdaderamente, cuando Fei Wang apartó el brazo que tapaba sus ojos a modo de protección ante tál luminosidad, se quedó sin palabras al reconocer el circulo magico trazado en mitad del salón, conmigo precisamente en su centro. O al reconocer gran parte de las luminosas figuras que lo conformaban.
-¡No puede ser cierto! -Gritaría el hechicero negandose a aceptar lo que la bruja había mencionado. -¡¿Qué clase descendiente sería este, pues?! -Preguntaría lanzando otro grito de mayor altura, desconcierto y furia. Él conocía de cabo a rabo todos los descendientes del Mago Clow pero yo, jamás había oido hablar de mí y así debía de ser.
-¡Eso no es de vuestra incumbencia! -Le respondió una voz que sólo sería familiar para mí. Abriendo los ojos mientras relajaba mis brazos sentado en el suelo comprobé que él estaba allí en verdad, sosteniendo en una de sus manos una extraña criatura, pizca más o menos, similar a la oscura pero más grande y toda ella fulgurante. -Regresemos antes de que nuestra presencia disturbe más el equilibrio. -Me diría tornandose más agradable y dulce su tono de voz al dirigir sus ojos hacía mi. Asentí con los ojos llorosos.
Agarrandome a él como un chiquillo que sólo encuentra seguridad en su padre, me preparé para el siguiente viaje. Su segura sonrisa me dió fuerzas. Antes de arreglar lo que yo había liado, girando la cabeza para contemplar a la inigualable en belleza y poder Yuuko Ichihara, entornando sus ojos de clarísimo color sentenció:
-Me alegra comprobar que los años no hacen mella en su belleza, señorita Ichihara. -
El rostro de la bruja enrojeció intensamente, poniendose en pie perdería las formas:
-¡¿Quién demonios te crees que eres para dirigirte a mí con esa confianza?! -
-Además su fascinante carácter tampoco ha variado mucho. -Añadiría consiguiendo hacernos reir a la criatura oscura y a mí. -¡No esperaba volver a verla pero me ha alegrado mucho! Le deseo suerte con lo suyo. -Se despediría dejando aún más molesta a la bruja, que no podría hacer otra cosa más que ser participe de nuestra partida y borrado de memoria.
Para Fei Wang, Xing Huo y Yuuko Ichihara, aquello no habría sucedido nunca, por lo que seguiriamos siendo unos extraños a ojos de La bruja de las Dimensiones o incluso, unos individuos inexistentes. Con respecto al recuerdo que el lugar pudiese albergar de nosotros, al ser usada la magia, la criatura que había llevado consigo mi salvador se tragó toda esa esencia, lo que incrementó su tamaño un poco más, variando su aspecto fisíco. Fuera del recipiente en el cúal moraba llegaría un punto en que sería difícil de desplazarla pero eso para él no presentaba tanto problema como para nosotros, sus hijos. Sentandose a mi lado, en mi confortable cama, acariciando mis cabellos insistiría en que no intentase desobedecer a mis superiores.
-Elemiah, ¿comprendes ahora por qué no todavía no te es permitido salir como a otros chicos? -Me decía con su frente arrugada, con el susto aún en el cuerpo. -Tú nunca serás como ellos, tú eres mucho más especial y siempre lo serás. -Se esmeraba en recordarme, lo que sólo lograba hacerme sentir más idiota por intentar algo que en el fondo sabía iba a ser más perjudicial que beneficioso. Besando en la frente me recomendó descansar.
-Antes me gustaría saber algo, ¿ese Clow del que hablaban es el mismo Clow que tú conociste en uno de tus viajes? -Me atreví a preguntarle agarrando su brazo para retenerlo.
-Si, es probable que sí lo sea. Aunque haya mundos y realidades diferentes, el alma no varía. -Me respondió dedicandome una encantadora sonrisa. Respiré hondo y le cuestioné lo que tantos años me ha perseguido:
-Ese tál Fei Wang habló de sus descendientes, ¿hay una posibilidad de que yo también sea descendiente de Clow Reed? -
El silencio fue la peor de las respuestas. Soltando lentamente su brazo de entre mis dedos, suspiró y dijó fingiendo no haber oido semejante e importante pregunta:
-Cierra los ojos y descansa, ahora lo que más necesitas es reposo. -
Estoy seguro de que áquel al que todos nos referiamos como Padre deseaba que al ir pasando el tiempo lo olvidase o esa duda quedase enterrada como una pequeña caja bajo la arida e internimable tierra del desierto pero al tenerle frente a mí, al hombre y al mago cuyos conocimientos tanto nos habrían aportado, la cajita sería desenterrada pero nunca llegué a tener el mismo valor a preguntarselo. Sin embargo, mi cuerpo siempre mantuvo el recuerdo del encuentro con Fei Wang, pues no morí pero una especie de marca en mi piel me indicaba que podría hacerlo en cualquier momento al consumir toda mi esencia. Todo, tarde o temprano daría pie a un gran problema...
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