lunes, 2 de marzo de 2015

FanFic FFVI (ONESHOT) TRES SON MULTITUD

NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):
Ningún personaje perteneciente a la saga FF me pertenece, son creación exclusiva de Square-Enix (Squaresoft) y sus respectivos colaboradores
Historia narrada en tercera persona
Para el cumple de Celes Chere, otro de mis personajes favoritos de este pedazo de juego quería hacer un Celes/Kefka pero como siempre me gusta que Terra esté cerca de Kefka me está saliendo un poco trio XDU Nah, que mis historias se escriben como quieren ellas pero espero que aún así os guste n_nU
No hay parejas especificas esta vez LOL


FanFic Final Fantasy VI
Tres son multitud

Era uno de esos días frescos aún con la visión del cálido sol en la inmensidad del cielo de denso azul sobre sus cabezas rubias. Celes, la de aspecto más maduro a pesar de un vano intento por emular los gustos y modas de las jóvenes de su edad, consciente del interés que despertaba en el único varón sentado junto a ella y a la única muchacha que ella había acabado por aceptar por una amiga, hacía grandes esfuerzos por mantener el tipo. No sabía la razón pero sí sabía que cuando él pululaba cerca actuar como era debido no era igual de fácil. Por muy molesta que fuese su presencia, se repetía una y otra vez mentalmente sosteniendo una sonrisa admirable, Cid se había tomado la libertad de invitarlo a su fiesta de cumpleaños un año más. Por desgracia ese año sí había hecho acto de presencia al contrario que en otros, aquellos que Celes recordaba con mejor sabor de boca. Hasta se sintió agradecida de que su amiga, Terra, tras carraspear atinase a romper el silencio sólo atenuado por el sonido que producía la suave brisa al acariciar todas las flores y plantas que les rodeaban.

-Este lugar es tan bonito y me hace tan feliz ser participe de tu cumpleaños aquí. -Había exclamado incapaz de contener por más tiempo su alegría. Para Terra tampoco era sencillo encontrar amigas con las que tomar el té o simplemente pasear. Celes aunque con dificultad  para empatizar con ella la comprendía bastante bien. Dirigiendo sus ojos de clara tonalidad, la albina asintió y respondió:
-Muchas gracias, Terra, aprecio tu satisfacción. -

Lo que provocó en la joven de dorados tirabuzones sujetos por cintas de diversos tamaños pero igual color rosado una sensación de vergüenza como si lo que hubiese dicho hubiese sido incorrecto o demasiado atrevido. De nuevo llevándose la taza de porcelana blanca con exquisitos detalles florales en el borde a la boca, trató de cubrir sus rosadas mejillas. Todavía le costaba creerse que alguien tan perfecta como Celes Chere y alguien como ella eran amigas. ¡Amigas! Lo que implicaba un acercamiento que era aceptado y querido por parte de ambas. Temía tanto meter la pata que en todo el tiempo apenas había abierto la boca, se concentraba en tomar su porción de tarta y saborear el té que la acompañaba. Resultando adorable tanto para Kefka como para Celes, los pares de ojos más bellos que la observaban en ese momento.

-Sí, hay que reconocer que al Dr Cid siempre se le ha dado mejor el tratamiento de sus plantas que el de las personas. -Elogió, a su manera, siempre directa y corrosiva, el espacio verde en el que se encontraban amurallado meramente por estructuras de fino metal y múltiples cristaleras el hombre también de piel tan de pálida como la de Celes bajo el maquillaje, asemejándola más de lo que a ella le gustaba pensar. Ella se limitó a asentir mientras buscaba una respuesta lo suficientemente educada como inteligente con la que premiar su osadía. Quizás su maldad no fuese tan deliberada como parecía pero eso no le ayudaba a cambiar su mala impresión de él.

-¡Kefka! -La voz reprochante de la tímida Terra maravilló a Celes, a punto de abrir la boca. -¡Eso ha sonado cruel! El Dr Cid es un gran hombre, inteligente y bueno, ha aportado mucho al Imperio. ¿Verdad Celes? -Buscó la rápida confirmación de la joven cuyos cabellos habían sido peinados hacía tras contenidos por un lazo azul oscuro a juego con su vestido. El aludido se encogió de hombros sacando la lengua como un niño regañado por su madre previo sorbo de té. -Por favor, Kefka, discúlpate. -Agregó con expresión de horror, lo último que quería era ser abochornada por su mentor frente a su única amiga, que no simpatizaba demasiado con él.

-¿Disculparme? -Preguntó al cabo de un rato, fingiendo inocencia. Se le daba realmente bien poner cara de bueno cuando le convenía. -¿Yo? Oh vamos, sólo he expuesto mi opinión como uno más. -Se justificó. Celes le dedicaba una mirada de hastío más que de condescendencia, sabía lo que vendría a continuación, una innecesaria y extensa oleada de enrevesados pensamientos en voz alta. -Porque aunque a la señorita Chere no le agrada ni la mera idea de tenerme cerca, aquí estoy y como invitado si quiero brindar mi opinión, la doy. -Terra también tuvo que aguantar el oleaje frunciendo los labios mientras su frente permanecía arrugada tragando más del templado liquido marrón que era el té. -¡Además aquí el que está al cargo de las cosas soy yo! -

Había durado mucho para ser real comenzó a pensar la rubia cuyo cuerpecito estaba cubierto por capas rojas y rosadas entretejidas formando el encantador vestido escogido para la ocasión. Aquello no podía ir a peor pero Kefka reaccionaba francamente mal a los reproches aún mereciéndolos porque en efecto como hombre adulto que era se creía de alguna manera apto para actuar como actuaba al menos entre ellos y frente a los demás cuando salían juntos a lo que fuese. Sólo la identificación de una nueva y masculina voz animó a Terra, cuya cabeza estaba baja con sus ojos hundidos en los restos de la bebida en el interior de la taza que sostenía como si su vida dependiese de ello junto al platito que la acompañaba.

-¿Va todo bien? -Pedía saber un individuo maduro, apenas más alto que Kefka pero mucho más regordete bien vestido y con sus cabellos de un agrisado naranja bien domados hacía un lado. Aproximándose a la muchacha con gesto más tenso, depositó un cariño beso en su mejilla y a juzgar su resoplido, Terra adivinó que le susurró algo, después centró su atención en Kefka. -Espero que esos gritos no tengan nada que ver con ninguna crisis... Ya sabes lo desagradable que es dar malas noticias a Nuestro Emperador. -Algo en la voz del Dr Cid provocó que el corazón de Terra se encogiese, tanto su mirada como su voz mostraban una gran tristeza cuando hablaba con el general.

-Intentaré comportarme. -Fue la replica que el pelirrojo obtuvo. Le tranquilizó un poco verlo dejar la taza de te vacía en la mesa y retomar su asiento. Una risilla brotó de sus labios, suave e inquietante como el siseo de una serpiente.

No volvió a abrir la boca, a veces se removía en la silla cuando oía a las muchachas cruzar algunas palabras pero permaneció en silencio como había prometido al bueno de Cid. Observar a las muchachas cuales actrices de teatro sería su pequeño entretenimiento pues. Fantasear se había convertido en parte de esa diversión cuando todo los otros actos en busca de diversión eran negados porque por muy aburrido que fuese estar ahí sin ninguna clase de interacción por su parte, le gustaba tanto estar allí, con ellas, con sus dos muñecas. Especialmente cuando la más fría de ellas lucía realmente como debía, como él le había dicho que tenía que lucir para potenciar su ya visible belleza. Su muñeca de hielo, como le gustaría jugar con ella al igual que le gustaba jugar con Terra... ¿Alguna vez habían hecho algo así? Algo fuera de lo que su deber le imponía hacer con Celes como entrenarla y guiarla en el uso y comprensión de la Magia. Si había ocurrido, él ya no lo recordaba y para su fastidio ni siquiera imágenes de ello difusas era capaz de encontrar.

-Kefka. -Oyó su voz pero como lejana, distante, perdida en el tiempo y el espacio. -Kefka, a Cid le gustaría pasar un rato contigo antes de iros. La celebración ya ha acabado. -Le comunicaba la muchacha rodeada por un intenso halo de luz cuando abrió los ojos.

Todo lo que fue capaz de articular fue un gruñido infantil que hizo dibujarse una leve sonrisa a Terra ocultada bajo una de sus manos tapadas por guantes muy rosados. Imitó su sonrisa pero pasar los últimos instantes de esa velada con Cid no le hacían gracia.

-Ahora que sabes que me voy, pareces más feliz. -Fue su última joyita para Celes, que encogiéndose de hombros se limitó a despedirse de él. -Espero que al menos disfrutes de nuestro regalo. Terra lo escogió pero yo lo pagué. -Le hizo saber, notándose más lucido. De algún modo, quería conquistarla también.

MARY: No es una maravilla pero creo que como One-shot está bien n_nU (Nada de lo que hago será jamás considerado una maravilla) Como es otra de esas cositas que me animo a hacer en honor de algún evento especial como el cumpleaños de un personaje favorito he intentado que gire entorno a esa temática...
Realmente me gustaría escribir más Celes/Kefka además de mi habitual Kefka/Terra porque me fascinan las relaciones amor-odio, aparte de que me gusta pensar que estos tres personajes en mayor o menor medida comparten un pasado, como si al principio siendo Celes muy pequeña si hubiese tenido una buena relación con Kefka hasta que al ir pasando los años ella misma fuese viendo cosas que no le gustan de él o que le obligan a marcar mucha distancia e_e Lo que convertiría a Terra en la única persona (sin tener en cuenta al Dr Cid) como nexo.
Además, Kefka en su visión distorsionada o puramente subjetiva de las cosas podría sentir que Celes al igual que Terra también es como una muñeca de la que ocuparse o de la que le gustaría ocuparse más ampliamente también pero que como deseo frustrado al pasar más años podría acabar en un desprecio brutal. Algo así como si no te puedo tener, no te voy a querer. (Aunque suene raro, los razonamientos de una persona con los problemas de Kefka tampoco pueden ser muy coherentes me gusta pensar)
He leído muy pocas historias de ellos y una posible relación entre ellos (pre-canon) en la que sea Kefka quien muestre este tipo de interés hacía ella, generalmente parece ser ella la que va simpatizando con él y luego lamenta su cambio, por lo que supongo que mostrar el lado reverso puede ser chulo siempre desde la fascinación que ella y Terra despiertan en él a medida que se va volviendo más loco como si ellas fueran sus piezas favoritas dentro de ese enorme tablero que es el Imperio y su armada. Con lo narcisista que es descrito Kefka, dudo que Celes le haga sentir mal consigo mismo. No sé, tendré que ir desarrollándolo más a medida que escriba más sobre Kefka y Celes n_nU
Oh Finalmente decir que esto sería algo que sucede cuando Celes y Terra tendrían unos 12 o 13 años por lo que Terra está en la edad de que tener amigas o novio es muy importante y Celes esta pasando por una fase de cambios emocionales y fisiológicos que no entiende del todo gracias a las consecuencias de la Infusión de Magitek n_nU Cid es muy importante y encima es un personaje que añado porque me gusta mucho (Muy infravalorado como todos los personajes que amo)