domingo, 19 de septiembre de 2010

VIDOCQ


Vidocq es una película del año 2001, dirigida por Pitof, que muestra la figura histórica de Eugène François Vidocq (Gérard Depardieu) con un monstruo sobrenatural llamado El Alquimista. Es notable por ser la primera película de ciencia ficción que está grabada solamente en digital.
1830, las calles de un París de pesadilla sirven de escenario para este
thriller fantástico que recrea la figura del detective Vidocq, legendario personaje del siglo XIX que inspiró a autores como Victor Hugo, Balzac o Edgar Allan Poe y que dio lugar a una exitosa serie televisiva.
SINOPSIS:
1830. Un París atrapado en el interior de una burbuja de ámbar hierve febril en los albores de la segunda revolución. Una ciudad cubierta por un cielo plomizo de nubes oxidadas que, como si se tratara de un castigo divino, fustiga con sus rayos a insignes personajes cuyos sombreros de copa se alzan amenazantes desafiando a la tormenta. Un París de callejones húmedos y oscuros, de noches tenebrosas en las que ondean capas negras, corruptos burgueses que buscan alimento para su vanidad circulan en fantasmales carruajes, y un villano hace su aparición como una sombra, cubierto su rostro por una enigmática máscara hecha de espejo. Claustrofóbicos muros de piedra o de rostros grotescos, personajes turbios, sótanos sórdidos, interiores de preciosista decoración abigarrados de objetos. Un París de época pero que, como un triángulo mítico y atemporal, hunde sus vértices en el gótico, el barroco y el exotismo oriental. Un París mágico, aunque muy diferente de la ciudad vitalista y luminosa que nos mostraba aquella Amélie de Jeunet (emparentado profesionalmente, al igual que Caro, con Pitof). Ese París inhóspito, lúgubre, siniestro, con brillos de oro viejo, es el escenario en el que discurre Vidocq. Una experiencia sensorial a través de la cual se abre paso este thriller fantástico, folletinesco, al igual que los protagonistas de la historia, entre los bajos fondos de una ciudad convulsionada por importantes cambios sociales y políticos. Burdeles, fumaderos de opio y esa fundición de vidrio llena de laberínticos pasillos subterráneos en la que el detective que da título al film desaparece inmolado por las llamas de un horno tras enfrentarse al malvado Alquimista en las primeras secuencias. A partir de ahí, la película -la investigación de lo sucedido- es conducida por Etienne Boisset, un joven periodista, biográfo de Vidocq, que trata de hallar respuesta al enigma siguiendo los pasos de la popular figura.
OPINIÓN PERSONAL:
Para mí, junto a From Hell, es una película de epoca que merece la pena ser vista. No sólo por la historia que narra, o como se desarrolla, los personajes que van apareciendo, ya sea para orientar o acompañar al protagonista como aquellos que serían trás varios giros, denominados villanos, son personajes interesantes, que pueden sorprenderte en cualquier momento o simplemente por la manera en que son mostrados, te hacen sentir que tanto el protagonista como los acontecimientos pueden ser grandiosos o que su interacción te ofrecerá fascinación. Lo cúal siempre me ha gustado y yo creo que suele gustar. Por no decir que la historia se sucede en una epoca llena de contrastes, según la zona de la ciudad o ciudades que a las que el protagonista dirija sus pasos. En general, para resultar un thriller de epoca, pues tiene ese tonillo propio de thriller, la figura del extraño personaje El alquimista, le da un toque magíco o fantastico que, al menos a mí, deleita. Una gran película, al menos, una que yo recomiendo efusivamente, echarle un vistazo al menos.
MUY MUY RECOMENDABLE

1 comentario:

Asilo Arkham dijo...

Vidocq es considerado el primer detective del mundo (al menos oficialmente según la Historia). Parece que él era en realidad un delincuente muy bueno, y cuando lo apresaron, Vidocq le propuso a la policia que él los ayudaría a capturar a los demás delincuentes si le perdonaban la sentencia. Era lógico porque Vidocq sabía la manera de comportarse de un delincuente, sin contar todas las mañas que conocía, y la policía no.

Un abrazo.