TRAMA:
En su comienzo la película nos cuenta la poco satisfactoria vida marital de Fred y Renee Madison (interpretados por Bill Pullman y Patricia Arquette). Él es un músico de jazz incapaz de acostarse con su mujer pero que en el escenario descarga claramente su energía sexual. De ella apenas nos cuentan nada, pero es evidente que el hastío domina la vida de esta pareja. Pronto aparece la sospecha, ya que aunque se supone que Renee se queda en casa esperando a su marido mientras este actúa, cuando él llama a casa nadie coge el teléfono. ¿Le engaña su mujer? Fred tampoco parece muy motivado por saberlo.
Las cosas se vuelven cada vez más extrañas. En la primera escena de la película vemos como alguien trasmite a Fred por el telefonillo un mensaje sencillo "Dick Laurent ha muerto". Este sinsentido (Fred no conoce a nadie que se llame así) se acrecienta cuando cada mañana alguien deja en la puerta de los Madison una cinta de vídeo grabada en el interior de su propio hogar. Llaman a la policía, pero las cintas siguen apareciendo, y el misterioso personaje tras la cámara de vídeo (a quien jamás vemos) cada vez se introduce más en su casa.
Las cosas se vuelven aun más extrañas: Fred y Renee van a una fiesta a casa de un amigo de esta última, un amigo al que ella parece haber "olvidado" cómo conoció. Allí se presenta a Fred un terrorífico hombre, pálido y con la sonrisa más inquietante jamás vista en una pantalla de cine (este hombre misterioso es interpretado magistralmente por William Blake, y en los créditos de la película aparece simplemente como Hombre Misterioso) , y le explica a Fred que en ese momento, aparte de estar en la fiesta, también se encuentra en casa de Fred. "Llámeme" dice el hombre misterioso a Fred ofreciéndole un teléfono móvil. Fred marca el número de su casa y el hombre responde. Fred sigue pensando que todo es un truco, pero aun así se siente inquieto y pregunta al anfitrión de la fiesta, Andy, sobre el hombre pálido. "Es un amigo de Dick Laurent" explica Andy. Fred cada vez se siente más confuso.
Un día Fred observa la cinta que esa mañana ha recogido en su puerta (lo cual ya parece una rutina, como coger el periódico más o menos) y la pone en el vídeo. Su mujer no baja del dormitorio a pesar de que él la llama para ver hasta dónde ha llegado esta vez el intruso. En la cinta se ve cómo el misterioso intruso sube la escalera hasta el dormitorio del matrimonio y Fred no puede creer en el sangriento paisaje en que se ha convertido su dormitorio. Entre los golpes que la policía le propina durante el interrogatorio Fred pide por favor que le digan que él no ha matado a su mujer; no recuerda nada, pero poco importa. Es condenado a cadena perpetua.
Esto que acabo de contar supone apenas media hora de la película, y representa tan sólo el comienzo de la madeja que es el argumento de "Lost highway (Carretera perdida)". Y es que, siguiendo la estructura impuesta por David Lynch y Barry Gifford, en vez de seguir las andanzas del ahora viudo señor Madison en la cárcel, observamos un increíble giro de tuerca (de esto David Lynch sabe bastante) y pasamos a ser observadores externos de la vida de Pete Dayton, un joven mecánico interpretado por Balthazar Getty. El joven Pete tiene una vida muy normal, con su trabajo su novia y sus padres como ejes principales. Y por supuesto no tiene nada que ver con Fred Madison, lo que no impide que en una ocasión, mientras trabaja en el taller, se vea obligado a apagar la radio ante la angustia que le produce una pieza de jazz… la misma que vimos a Madison interpretar anteriormente. Sin embargo, las cosas se ponen extrañas de verdad cuando Pete prueba un coche que acaba de reparar en compañía del amistoso dueño del mismo, Mr. Eddy, y sus guardaespaldas. Los policías que vigilan a Pete no pueden evitar sospechar que Pete anda metido en líos cuando ven al joven mecánico montar en el coche y ser tratado con tanta amabilidad por el simpático personaje. "¿Has visto?", dice uno de los policías, "Sí -responde el otro-, es Dick Laurent".
Las cosas se vuelven cada vez más extrañas. En la primera escena de la película vemos como alguien trasmite a Fred por el telefonillo un mensaje sencillo "Dick Laurent ha muerto". Este sinsentido (Fred no conoce a nadie que se llame así) se acrecienta cuando cada mañana alguien deja en la puerta de los Madison una cinta de vídeo grabada en el interior de su propio hogar. Llaman a la policía, pero las cintas siguen apareciendo, y el misterioso personaje tras la cámara de vídeo (a quien jamás vemos) cada vez se introduce más en su casa.
Las cosas se vuelven aun más extrañas: Fred y Renee van a una fiesta a casa de un amigo de esta última, un amigo al que ella parece haber "olvidado" cómo conoció. Allí se presenta a Fred un terrorífico hombre, pálido y con la sonrisa más inquietante jamás vista en una pantalla de cine (este hombre misterioso es interpretado magistralmente por William Blake, y en los créditos de la película aparece simplemente como Hombre Misterioso) , y le explica a Fred que en ese momento, aparte de estar en la fiesta, también se encuentra en casa de Fred. "Llámeme" dice el hombre misterioso a Fred ofreciéndole un teléfono móvil. Fred marca el número de su casa y el hombre responde. Fred sigue pensando que todo es un truco, pero aun así se siente inquieto y pregunta al anfitrión de la fiesta, Andy, sobre el hombre pálido. "Es un amigo de Dick Laurent" explica Andy. Fred cada vez se siente más confuso.
Un día Fred observa la cinta que esa mañana ha recogido en su puerta (lo cual ya parece una rutina, como coger el periódico más o menos) y la pone en el vídeo. Su mujer no baja del dormitorio a pesar de que él la llama para ver hasta dónde ha llegado esta vez el intruso. En la cinta se ve cómo el misterioso intruso sube la escalera hasta el dormitorio del matrimonio y Fred no puede creer en el sangriento paisaje en que se ha convertido su dormitorio. Entre los golpes que la policía le propina durante el interrogatorio Fred pide por favor que le digan que él no ha matado a su mujer; no recuerda nada, pero poco importa. Es condenado a cadena perpetua.
Esto que acabo de contar supone apenas media hora de la película, y representa tan sólo el comienzo de la madeja que es el argumento de "Lost highway (Carretera perdida)". Y es que, siguiendo la estructura impuesta por David Lynch y Barry Gifford, en vez de seguir las andanzas del ahora viudo señor Madison en la cárcel, observamos un increíble giro de tuerca (de esto David Lynch sabe bastante) y pasamos a ser observadores externos de la vida de Pete Dayton, un joven mecánico interpretado por Balthazar Getty. El joven Pete tiene una vida muy normal, con su trabajo su novia y sus padres como ejes principales. Y por supuesto no tiene nada que ver con Fred Madison, lo que no impide que en una ocasión, mientras trabaja en el taller, se vea obligado a apagar la radio ante la angustia que le produce una pieza de jazz… la misma que vimos a Madison interpretar anteriormente. Sin embargo, las cosas se ponen extrañas de verdad cuando Pete prueba un coche que acaba de reparar en compañía del amistoso dueño del mismo, Mr. Eddy, y sus guardaespaldas. Los policías que vigilan a Pete no pueden evitar sospechar que Pete anda metido en líos cuando ven al joven mecánico montar en el coche y ser tratado con tanta amabilidad por el simpático personaje. "¿Has visto?", dice uno de los policías, "Sí -responde el otro-, es Dick Laurent".
En mi opinión puro cine negro a lo David Lynch...Supongo que deberiaís saber más pero con esto ya os podeís hacer una idea de la trama.
Y para ir abriendo boca os dejo esta escenita:
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