viernes, 2 de octubre de 2009

QUÉ PILLÍN


MORBO:
Verás,
esto no es más que una excusa,
una excusa para verte desnuda.
Verás,
esto no es más que una excusa,
una excusa para poder tu rosada piel tocar.
OoOoOh
Verás,
esto no es más que una travesura,
una travesura que te va a agradar.
Verás,
esto no es más que una travesura,
una travesura que nos hara gozar.
OoOoOh
¡Si no te gusta DEMANDAME porque no pienso parar!
OoOoOh
¡Si no te gusta PEGAME porque ya no puedo parar!
OoOoOh
Verás,
esto ahora es más que una practica sexual,
una practica sexual que tan enloquecidos nos tiene ya.
Verás,
esto ahora es más que una necesidad,
una necesidad que no se va y nos corrompe más y más.
OoOoOh
¡A la mierda la dignidad, vayamos más allá!
OoOoOh
¡Y a la mierda lo que digan los demás!
MORBO, MORBO:
He de admitirlo, de vez en cuando viene bien hacer esas cosas y más en una sociedad taan puritana como la nuestra. Fue de mutuo acuerdo, ella necesitaba el dinero y yo a una mujer. La encontré en el local más extraño de toda la zona baja de la ciudad y aún así a por ella que me lancé, parecía una de las señoritas más deseadas del local y además la chica del jefe, nada más ni nada menos, pero yo estaba decidido y estaba más que dispuesto a pelear con quien fuera por ella, al menos aquella noche. Pasó justo lo que me advirtió el jefe del local, un tipo muuy raro pero terriblemente elegante:
-Cuidado con los instintos más bajos, la necesito bien viva.
Y mientras me la entregaba me dedicó una sonrisa expeluznante. Cuando por fin salí del local me sentí más seguro de mí mismo y me la llevé a casa, me daba absolutamente igual lo que podría decir los vecinos. No era como las chicas que había conocido antes, ella bailaba taaan bien y no parecía tener problemas con entregar su cuerpo a un desconocido, mientras bailaba se iba quitando la ropa, sin ninguna preocupación y yo ahí parado.
-¡Vamos! ¡Acercate y ve quitandote la ropa también! ¿Acaso no es esto lo que quieres? -Me dijo con su voz de niña buena.
Sí, al principio estaba un poco cortado pero cuando ella se acercó y me besó, empecé a animarme. Ella sin dejar de besarme apasionadamente me llevó hacía la cama. Sí y ahí empezo la verdadera juerga. No sólo la besé en la boca, la besé por todas partes, oirla reir era excitante pero oirla gemir fue aún mejor, creo que llegué muuuuuy lejos con ella, jamás le había hecho sexo oral a ninguna mujer. Ella se sintió muuy alagada pero me dijo:
-¿No se supone que debería ser al revés?
Se podría decir que yo soy uno de esos tipos que les encantan dar placer oral a su pareja pero ella, ella sí que sabía. Dios, fue increible, jamás me lo habían hecho así. Una vez tube la oportunidad de que una chica me lo hiciese pero nos pillaron y sólo logré un calentón. Me sorprendió pues me la chupaba con cuidado pero sin miedo y podía percibir como jugaba con su lengua lamiendo todo mi glande. Cuando me corrí ella en vez de gritar, rió y me dijo:
-Y porque aún no la has metido en caliente...
-¿Entonces...?
Apenas pude terminar de hablar, se me echó encima y obviamente lo hicimos con ella arriba. Me encanta esa postura aunque algunos dicen que es la pustura ideal para vagos, ver como todo su cuerpo vibraba, no sólo sus senos, me excitaba muchísimo y cuando empezó a gritar, guuuaaauu, creo que incluso algunos vecinos nos oyeron, eso sí que me pusó bien cachondo. Por desgracia al poco se marchó. Desde ese día voy siempre que puedo y mis superiores no me pillan a la zona baja... Por cierto mi casa no es exactamente mi casa, la compartó con mi puritanísima madre.

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