MEDITACIONES...

¿Creen en milagros? Es gracioso, yo no, viviendo en un mundo en el que las personas pueden mejorar mediante la magia sin embargo hay cosas que ni la magia puede arreglar, bueno al menos eso he creido durante mucho tiempo... Supongo que naci dentro de una buena familia, ahora supongo que mis antepasados serían considerados de la nobleza pero al ser hechiceros y sacerdotes quizás se mantenían bastante al margen. No querían llamar la atención. Por mis venas corre mucho potencial magico pero realmente la magia nunca ha sido una de mis pasiones, está bastante bien aprenderla pero prefiero, siempre he preferido la capa y la espada. A medida que he ido creciendo, me he hecho más ágil y habil con la espada pero hasta ahora nunca me ha sido suficiente. Sí, ahora, siendo el rey de casi todo, siento que he comitido muchas estupideces y aunque me arrepiento de muchas, hay otras de las que jamás me arrepentiré. Gracias a algunas de ellas conocí a mi bella y justiciera esposa. La princesa, ahora reina, del reino de Saillune. Ella me ama profundamente aunque a veces no logra comprenderme del todo, yo la amo todavia más. Con respecto a mis amigos, bueno, el gran espadachín Gourry Gabriev, está al mando de mis hombres, la sacerdotisa dragón dorado, siempre es bienvenida en Saillune y con respecto a la temible pero a la vez encantadora Lina Inverse, la añoró mucho, Amelia mucho más. Sin embargo, ese diablillo de Xelloss nunca me ha caido del todo bien pero por aquí está... Sí, todo va bastante bien aunque últimamente algo me perturba y ni siquiera puedo comprender por qué. Quizás ser humano no sea tan bueno, soy un gran mago y soy un gran espadachín pero mi carne se corta con falicidad y mi resistencia magica ya no es lo mismo. Pasé lo que pasé, creo que tengo un as en la manga y aunque no me guste admitirlo, en cuanto me vea en problemas muy grandes, es decir, a vida o muerte, lo sacaré. Soy un rey, soy un esposo, soy un padre y ante todo soy un ser humano.