Llevaba tiempo siendo la comidilla de todo Madrid. David Kano dejaba aparcado Cycle para montar un grupo de rock n' roll llamado Krakovia. Las noticias fueron llegando con cuentagotas: que si hacen rockabilly, que es psychobilly, que se parecen a sigue sigue sputnik... Al final, en su myspace una nota avisaba "ni hacemos rockabilly ni nada que acabe en billy" pero Las primera imágenes de Krakovia eran impactantes. Tupés en crecimiento, cuero y una pinup tatuada a la vieja usanza que se dedica al burlesque y se hace llamar Vinila Von Bismark. Pronto empezamos a escuchar un avance: 'We're born in your city'. Con el disco entero, 'Road movie', las sopresas se iban sucediendo a cada minuto. Baterías contundentes de power pop, reflejos de los dos primeros lps de B 52, ecos de los Rezillos, guitarras a lo Cure, el espíritu de Cramps y Meteors y mucho recuerdo a los grupos ingleses de los primeros 80 que reivindicaban el swing como Animal Nightlife. Además, la voz del alemán Petra Flurr nos transportaba al mejor Peter Murphy de Bauhaus.
Krakovia tienen una imagen contundente. Son la banda perfecta para amenizar las noches en bares como 'La teta enroscada' -el bar de vampiros de la película 'Abierto hasta el amanecer'- o el garito de motoristas de Twin Peaks. También podrían protagonizar una película de bajo presupuesto de rockers de los 50 que resucitan en una carretera secundaria para cargarse a viajeros desprevenidos. Hasta Guille Mostaza, de Ellos, que puede parecer el más sencillo de todos en cuanto a imagen, tiene el aire turbio que desprendía Nick Knox en los primeros discos de los Cramps.
Si hay algo que destacar de 'Road movie', aparte de la amalgama de influencias ochenteras que tiene, es la contundencia de su producción. En una era digital donde todo suena plano y vacío, el disco de Krakovia es casi como un viejo vinilo. La batería suena potente, el bajo tiene cuerpo, los instrumentos aparecen por capas y no todos pegados... Suena a superproducción de lujo, conque escuchar 'Road movie' de Krakovia es casi como hacer un viaje en el tiempo. Una gozada que, a los cuarentones que vivimos anclados en los ochenta, nos hace sonreír y pensar que aún hay futuro para la música. Por mucho que les fastidie a pijos y modernos malcriados.
Bueno si no os a quedado claro os pongo esta entrevista con striptease de Vinila y todo:
Y para que comprobeís lo dicho os pongo unos videillos de Krakovia:
Krakovia-We´re born in your city
Krakovia-Summer road
Ya si encuentro más los ire poniendo...
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