lunes, 3 de agosto de 2009

NEGRO

-Estaba tratando de contarlo cuando ha aparecido mi madre, ella no entiende de estas cosas, ella sólo se preocupa de su casa y de sus quehaceres, no sabe y dudo que le interese saber que otro gran genio del arte y la literatura de este país ha muerto, bueno para ser más exactos ha sido asesinado en nombre del país... ¿Os lo podeís creer?
-¡Es horrible! A mí familia tampoco le interesa mucho, eso me hace sentir tán sola...
-Pues eso no es nada, mí padre opina que han hecho bien en eliminar a esa clase de gentuza. ¡Eso sí es una ofensa!
-Oidme, ¿por qué no vamos a su entierro? Va a ser ahora...
Todos se dirigieron lo más deprisa posible al cementerio, eran tres muchachos y tres muchachas, más o menos de la misma edad y con gustos más o menos similares, muy amigos, cada uno de ellos antes no tenía nada que ver con los otros hasta que un día una persona les fue uniendo. A pesar de todo lo que corrieron llegaron tarde, la particular ceremonia había acabado pero por fortuna familia y amigos más intimos aún seguían allí, muy cerca de su tumba. Cuando los presentes les miraron, los jovenes se sintieron paralizados pero puesto que les embargaba el mismo sentimiento de tristeza y de perdida, fueron avanzando lentamente aunque una de las muchachas no pudó reprimirse más y corriendo se acercó a la tumba para al menos despedirse por última vez, pues él no creía ni en reencarnaciones ni en ningún lugar mejor después de la muerte. Cuando finalmente cada uno se fue, ella, la maravillosa esposa de él, antes de marcharse con sus hijos para no volver hasta la llegada de su aniversario, se quedó un memento y muy bajito dijo:
-Tu cuerpo está muerto pero tu espiritu perdirará en nosotros mucho mucho tiempo, amor mio.

2 comentarios:

Hellion dijo...

los padres nunca van a entender nada su generación es demasiado primitiva el sistema tiene demasiado copado sus mentes , saludoss.

Anónimo dijo...

:D