miércoles, 25 de julio de 2012

FanFic CCS Bright Star FILIA, AMATOR ET MATER


NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):
Los personajes de CCS son creación exclusiva de las maravillosas CLAMP
La idea es simple. Sakura es una niña huerfana que es acogida por el infame Clow Reed, quién no sólo la ayudará a aceptar su extraordinario don...
AVISO! Varios detalles han sido cambiados para ajustarse a la loca idea del autor
AVISO 2! Clasificado M Clow x Sakura


Personajes Principales
El mago (Clow Reed)
Ying Hua (Sakura Kinomoto)
El león dorado (Kerberus)
El joven (Yue)


FanFic CCS - BRIGHT STAR
Filia, amator et Mater *


No sólo la niña percibió que el modo en que el mago la observaba se había vuelto más extraño sino que ella misma comenzaba a sentirse más extraña al llegar uno de los años en que se prevé la llegada del futuro florecer de toda muchacha. El momento que tanto había ansiado el mago estaba realmente cercano...


Al contemplar la imagen que le ofrecía el espejo del pequeño pero coqueto cuarto en el cual se aseaba cada mañana la niña podía comprobar que un sutil cambio se acentuaba silenciosamente en su cuerpo cuya silueta general había sido además de bastante escuálida, carente de forma. Lo que provocaba una reacción de desasosiego pues aún sin ser del todo consciente del nuevo poder que podría utilizar a partir de ello temía con espanto provocar lascivia en cualquier varón, especialmente en el más cercano, el mago, que sin duda se las arreglaría para realzar esos nacientes encantos con el único propósito de tornarla en toda una dama, en su dama. Tocando primero esa parte de la clara superficie del espejo no acababa de salir de su desconcierto pero palpándose los redondos bultos que debían de ser sus senos bajo el largo camisón estaba claro que su copia reflejada no la engañaba.


-Maldición. -Maldijo su suerte múltiples veces mientras se echaba agua bien fría en la cara. 


Pero su tragedia iría más allá el día que despertase notando empapada las sabanas que cubrían su colchón bajo su respingón culo pues aquella oscura y rojiza mancha sería una prueba más costosa de disimular e imposible de ocultar. Tal y cómo el mago ya se figuraba sin necesidad de preguntar aquellas que debían de haberle proporcionado una educación en el respetado internado del cual la chiquilla fue echada no le habían proporcionado una adecuada preparación a lo que estaba viviendo por lo que con gusto tuvo que ocuparse él. Con innegable resignación, la niña, ya en plena facultad física para ser mujer, se sentó ante el mago a fin de escuchar y aclarar tal asunto. Incapaz de alzar ni un momento su cabeza de lacios y castaños cabellos que caían en lisos mechones por sus hombros, siendo los delanteros a sus orejas los más gruesos, escucharía con el rostro enrojecido de vergüenza a su mentor fijando sus verdosos ojos en sus apretadas manos situadas sobre su alda. Las mangas del bonito vestido que llevaba eran estrechas y tan largas que tapaban gran parte de su mano debido a su diseño. De cuando en cuando asentía con la cabeza pero su mente estaba sumida en sus propios pensamientos, pensamientos inmaduros y temerosos. Ella no se sentía preparada para ser como la Diosa, creadora de nueva vida ni se sentía preparada para ser la amada de nadie, le gustaba su rol de hija aunque le ocasionase un sin fin de castigos y regañinas al tratar de atravesar ciertas normas establecidas. Caprichosa y mimosa, haciendo brillar una leve luz, a ella le gustaba ser como las estrellas, hijas de la Luna pero ocupar el Luna de la Luna, señora de la noche y acompañante del Sol, no. 


-Mi pequeña e insegura Ying Hua, eso que temes no tiene por qué suceder ahora mismo, sucederá cuando estés preparada. -La calmaría el mago arrodillándose frente a ella y levantando su rostro, en este se apreciaban algunos finos trazos de húmedas lagrimas. Arrugando su frente meramente cubierta por delgados hilos de negro cabello, el mago secaría sus ojos. 


Al contrario que ella, a él no le costaba tanto adoptar el papel del Dios, siendo padre, amante e hijo más le hacía tremenda gracia consentir a la chiquilla reprocharle cosas cual madre con la esperanza de despertar en ella poco a poco a la Diosa que toda mujer llevaba dentro, dado que la Diosa era la representación maxima de lo femenino como el Dios lo sería de lo masculino. Desde luego era cierto que se moría de ganas de darle una pequeña estrellita a la que cuidar y amar pero se contenía porque ante todo era un caballero ya que había varios caminos a seguir dentro de la magia denominada sexual y si el considerado verdadero requería un enorme esfuerzo y disciplina, no iba a imponerlo a sus amantes. Él era demasiado egoísta o animal para ello y no le avergonzaba reconocerlo. Mientras pasaba las paginas del grueso libro que sostenía en su alda mis ojos se alzaban para dirigirse a la lejanía del jardín, recostado contra un firme árbol que le brindaba una magnifica sombra con su espeso follaje, una sonrisa se dibujaba en su sereno y tranquilo rostro. Por muy difusa que fuese la visión de la animada chiquilla jugando con su fornido guardián Solar de dorado pelaje, el mero pensar en ella le llenaba de una felicidad idéntica a la de un padre e igual de intensa a la de un esposo o  amante. El joven de claros y larguísimos cabellos que reposaba a lo alto se limitaba a cumplir con su deber de guardián de aquel que le diese la vida sin quitar sus ojos de pálido azul del mago. Torciendo el gesto al ver a la niña aproximarse, demasiado para su gusto, al mago para mostrarle el descubrimiento de la mañana mientras el león dorado se acercaba en busca de un lugar agradable donde echarse una merecida siesta.


-¡Aún puedo ver hadas! -Anunciaba eufórica dando saltitos frente a los tres individuos que la miraban de modo bien distinto. 


-Pues vaya escándalo para tan poca cosa... -Refunfuñaría el muchacho de plateados cabellos cruzándose de brazos consiguiendo detener los chillidos y saltitos de la chiquilla. El león asintió dándole la razón pero el mago ampliando su sonrisa y mirando fijamente a la niña diría:
-No me extraña ya que a ellas le agradas tanto como a mí. - Y un rubor se extendería teñiéndo de fuerte tonalidad rosa la cara de la chiquilla. -Anda, ven y siéntate un rato a mí lado. -Le pediría alzando una fina y negra ceja. -No sería justo que tan sólo Kerberus disfrutase de tu compañía. -


Quizás, como era usual en ella, al principio desconfió dando una sonora exclamación mientras daba un paso atrás pero aumentando su rubor acababa aceptando ante la silenciosa suplica del mago, que esperaba a que cediese sosteniendo ligeramente doblado un brazo cual bailarín a punto de lanzarse con su pareja a bailar. Lo tan temido sucedía al rato de sentarse sobre el alda del mago una vez más pues el mago notaba claramente el cambio surgido en su cuerpecito. Las longitud de sus piernas, el suave redondeo de su torso bajo el vestido y de seguro también la aparición de sus realzados senos, tersos y protuberantes como dos montes en la inmensidad de una pradera de blanca piel. 


-Ah... -Musitaría sin darse cuenta la chiquilla al sentir un inesperado y duro bulto entre sus cachetes bajo diversos tipos de prendas. Llevándose una mano a la boca, intensamente avergonzada, respiraría fuertemente antes de dirigir sus ojos hacía los del mago, que ella imaginaba más avergonzado erradamente.


-He ahí el báculo de Venus en toda su gracia. -Sería lo que le diría el burlón mago a la abochornada chiquilla, cuya cara estaba toda roja. 


"Era cuestión de tiempo que sucediese... Al fin y al cabo, un hombre es un hombre" Pensaría el león incorporándose un poco y lanzando una mirada ligeramente de desdén a su amo y creador. La niña se apartaría tan rápidamente que caería torpemente de lado al verdoso suelo, lo que hizo que el guardián Lunar se echase a reír a carcajadas. Poniéndose con igual o mayor velocidad en pie para echar a correr, la chiquilla lanzaría una mirada de espanto y enojo al mago, que cerrando el grueso libro le replicaría sin un ápice de vergüenza o arrepentimiento:
-Si te hace sentir mejor, la culpa no es tuya, es toda mía. -


La niña arrugó la frente y apretó los dientes posando sus manos sobre sus definidas caderas, cerrando los ojos con excesiva fuerza. Había tanto que la crispaba de ese hombre. ¡Tantas! Durante la comida, ninguno hablaría, se centraría en degustar su ración de comida fingiendo que no había sucedido nada desagradable. Ser mujer era lo peor del mundo y al mago le costaría convencerla de lo contrario. En su cuarto, todo lo bien cerrado que una cerradura podía tenerlo, en la amplía cama lloraría su desdicha abrazada al fiero león de suave pelaje anaranjado. Los ojos de luminoso color de la criatura estarían fijos en la ventana ya que al otro lado, otro puro ser también lloraba, maldiciendo a aquella a la que tanto envidiaba."Por más que lo intento, no encuentro manera de comprender al Amo Clow, teniendo a la Luna a sus pies, va y se encapricha de un inmaduro lucero." Pensaría con resignación meneando la cabeza. "Los druidas que lo tachaban de provocador, estaban en lo cierto. Siempre lo ha sido." 


¿Continuará?


PALABRAS DEL AUTOR:
Según los celtas y los practicantes de la magia Wicca, la Luna representa a la Diosa Madre que tiene triple función como Madre, Amante e Hija al igual que el Dios Astado representado por el Sol tiene la triple función de Hijo, Amante y Padre lo que personalmente me parece además de muy poético, muy equilibrado pues tanto el Sol como la Luna ejercen gran importancia sobre los seres vivos como la naturaleza... Sin embargo es la Diosa la originadora de vida y de ahí que se le dé también un valor femenino ^^ 
Yo, que soy así de mística y romántica, he tomado esas ideas a modo de metáfora en esta historia y otras historias que escriba de Bright Star en ingles... Lo de la magia sexual ya es otro tema a explicar en otro momento XD 
El dibujo es mio, vamos, el dibujo está hecho por mí y espero que os guste ^^ Cuando sea de otra persona os lo haré raber




















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