viernes, 9 de julio de 2010

CARIÑO


Él era un buen hombre. Hizó todo lo que pudo e incluso se metió en problemas por tenernos a todos juntos y lo más cerca de él. Además en Circus Circus, aquel lugar alejado de la ciudad lleno de arte, magía y fantasia, todos le apreciaban mucho. Fue el gran mago que en aquel lugar requerían. Allí todo iba bien pues la gente no sospechaba ni de él ni de nosotros y eramos tán felices. Victor el visionario le llamaban sin embargo él ya tenía un apodo, El guardían de las dimensiones, aunque él de guardían tenía poco. Iba de una dimensión a otra, recogiendo conocimientos, tratando de conocer a otros grandes magos o simplemente asistiendo a grandes eventos en lugares muy muy lejanos. Eso a la larga le trajó la expulsión por parte de sus colegas. Aún así siguió viajando, tratando de encontrar un nuevo hogar. Por el camino, nos fue encontrando y a diferencia de otros humanos, que habría salido asustados o nos habrían usado para su egoísta deleite, él nos acogió y trató de enseñarnos a vivir tanto con él como con otra gente. Yo, como una de sus alumnas predilectas, cuando nos vimos obligados a separarnos de él, sufrí, lloré y no quise contacto con nadie. Fuí una linda muñequita de porcelana muchísimo tiempo, de finos rasgos, bonito vestido y ojos tristemente inexpresivos. No todos logramos de la misma forma aceptar la separación, algunos de nosotros cambiamos drásticamente llevados por la soledad y el rencor, nunca lograron comprender que debía ser así. Algunos pudieron ser humanos, con una vida más o menos feliz y más o menos normal, otros fuimos transfomados en bonitos objetos hasta que alguien, alguien con capacidades magicas, nos tocase. Todos le echamos mucho de menos pero si él dijo que algún día volveríamos a estar reunidos y felices, es porque ese día llegará. No puedo olvidar lo tierno, educado y sabio que era. Espero encontrar a alguien así pronto, aunque no sea él. Destino sentenció que jamás volvería pero que tendríamos a alguien parecido con nosotros.

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