sábado, 3 de julio de 2010

CASUALIDAD

-¿Magía? No me hagas reir.
Dijó torciendo los labios con desprecio. Por lo visto, allí la magía no era tan bien recibida como en el lugar de donde venía. Dío un trago a su vaso y se marchó. Aquel no era el lugar más indicado para él. Se vió obligado a dar un laaargo paseo. El frio viento le acariciaba el rostro y el viento parecía querer decirle algo, algo tán secreto que parecía un susurro. Fue, ciertamente, cosa del destino, pues ya cansado y cada vez más apesumbrado fue a chocar con una joven, una joven que parecía tener mucha prisa, llevaba un gran abrigo negro, tan negro como su cabello, que era largo, ondulado y muuy suave.
-Disculpeme. -Dijó, sin ni siquiera pararse ante él.
Inevitablemente eso provocó en él una salvadora curiosidad que le condijó a una pequeña y muy alejada iglesia, abrazada, más bien, protegida por el pequeño pero espeso bosque. Sin lugar a dudas, debía de ser un lugar muy bonito y perfecto para preparar alguna reunioncilla clandestina. Todos los presentes parecían estar ataviados con abrigos similares al de aquella chica. Eran varias personas, varios hombres y alguna que otra mujer. No se podía identificar más, lo cúal acrecentó la curiosidad que ya sentía. Quieto y callado como una gargola, al menos pudó disfrutar de la particular conversación que mantenían. ¡Magía! Su corazón se hinchó de alegría pero también parecía preso por el temor. ¿Llegaría a ser aceptado? Pues parecía uno de esos grupos secretos en los que no sólo se necesita una fuerte valentía, sino una serie de requisitos impuestos por los otros miembros. Eso, le resulto brevemente familiar, no lograba saber bien porque pero esa sensación le gustó. De vuelta a casa, a la que se suponía debía ser su casa, con su, supuesto, hijo, se sentó al maravilloso sofá de piel negro con una gran sonrisa.
-Veo que hoy ha sido un día grande para tí tambien. -Le dijó su, en aquel entonces, compañero y el mago más poderoso del mundo, Clow Reed sentandose a su lado con una reveladora sonrisa mirandole con sus enigmaticos ojos azules tras sus cuidadas gafas.

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