domingo, 8 de agosto de 2010

FANFIC ELSEWORLD CROSSOVER 1

Veamos, si la memoria no me falla, fue hace mucho, durante una de esas oscuras noches en las que los ingenuos y temerosos de Dios ciudadanos no saldrían por nada del mundo de sus confortables hogares, algo muy grande y ciertamente peligroso se planeaba en mí humilde salón, un hombre, el hombre más extraño y fascinante que he tenido la dudosa oportunidad de conocer, desesperado, como tantos, venía a solicitar mi ayuda. Lo cúal, sin duda, me resultó raro pues parecía un tipo culto, conocedor de toda clase de magía. Había algo malo en él, lo noté enseguida pero soy un canalla y me lo calle pues él parecía dispuesto a darme cualquier cosa por ayudarlo en su loco, no, desesperada investigación...
-Verás, he recorrido un largo camino y no pienso irme hasta que acceda a ayudarme. -Dijó con voz firme pero la mar de tranquilo.
-¿Ayudarle? -Pregunté yo, sarcásticamente. -No creo que un hombre como Ud necesite la ayuda de un pobre diablo como yo.
Me gusta comprobar cúal desesperados están aquellos que vienen a mí. Él, como si se tratase de un juego o una partida de ajedrez, sonrió y con más astucia de la que hubiese imaginado en un hombre como él, sencillamente replicó:
- De eso se trata ¿no? Quiere ver como me arrastró suplicandole ayuda, pues me temó que no lo haré, sin embargo puedo ofrecerle algo muy jugoso a cambio.
-Bien, digame cual es su problema y le prometo pensar en ello. -Le contesté tratando de cerrar la conversación y sí, de algún modo, tratando de echarlo. No por miedo, ni siquiera por inseguridad, simplemente porque mi ego me alertaba de que aquel tipo era tan o más diestro que yo en todas las nobles artes que he ido aprendiendo y sofisticando a lo largo de mi penosa vida. Un rival muy a tener en cuenta y un posible aliado que jamás llegaría a manipular. No quisó detallarme nada, sólo obtuve una invitación a su hogar, allí todo sería revelado.
-¡Dios Mortifer! ¿Sabes a la clase de hombre que vas a ayudar? -Exclamó la señorita Inverse muy muy enojada. Al parecer, nuestro fascinante hombre tiene enemigos pero jamás imagine que alguno pudiese llegar a ser una hermosa e indomable bruja.
-Es posible...
-¿Y aún así vas a hacerlo? Dios, ese tipo casí me mata y todo por una piedra. -Siguió gritandome la muchacha. Su acompañante apenas dijó nada, ni se movió. Nos miraba fijamente. Un tipo alto y muy rubio, con vivos ojos azules y medio cerebro por usar. Ella era como el fuego, tán pelirroja y con tanto caracter que más de un dragón habría salido corriendo. Ella me contó que aquel hombre y ella no tuvieron un gran encuentro, que casi mueren y que era peligrosísimo. Creo que toda aquella información fue más que suficiente para animarme a, al menos, hacerle tán esperada visita.

1 comentario:

Eva Magallanes dijo...

Hola!, interesante relato, dan ganas de que continúe, lo siento como la llamada del Mal, esa fuerza que también vive dentro de nosotros/as y que cada cierto rato nos visita. Cuando estamos tristes, doloridos, enojados, desesperanzados (como parece estar el personaje) suele despertarse ese Don Sata interior.
Te dejo besos cordiales!