Creo que despues de tanto tiempo aquí el mundo esterior se nos hará aburrido...
Eso decía M, uno de los pocos que llevaba diez años vivo, era para sentirse orgulloso, él desde luego lo estaba, eso le convertía en un peligro porque cada año que lograbas sobrevivir en tan singular sanatorio corrias el riesgo de volverte más loco, cosa que fue comprobando el bueno de S. Antes un muchacho fuerte y seguro de sí mismo pero ahora ni siquiera era capaz de salir de su aula, pensaba que era el único lugar seguro. ¡Pobre muchacho! Incluso durmiendo podías acabar muerto, ya sabes terapia sorpresa, el Doctor Krauss era un tipo imprevisible pero siempre concedía alguna que otra oportunidad de según él "recuperar la cordura"... Sí, desde luego él era un psíquiatra terrible con metodos poco ortodoxos pero sus ayudante tampoco eran moco de pavo, hacían apuestas, se tomaban la medicina por su mano, tonteaban con ciertos pacientes... Esas cosas. Aunque pensandolo bien los "pacientes" tampoco eran unas pobres coballas, algunos merecían morir de forma horrible, eso se desea siempre a los asesinos psicopatas, ¿no? El sanatorio, cuyo nombre era Casa de locos, no era un lugar muy agradable ni seguro como podía pensarse desde fuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario