miércoles, 3 de marzo de 2010

GOTHAM CITY


Comenzar a vivir en Gotham fue realmente complejo. Nuevas y mejores leyes, un justiciero y pocas oportunidades para alguien como ellos. Aunque a Charlotte eso le dificultaba mucho las cosas, eso no le preocupaba, le preocupaba acabar separada de su hermano o verse obligada visitarlo en El asilo Arkham. Ella, miraba mucho por su hermano y trató de encontrarle un buen lugar pero en Gotham el único lugar, más o menos adecuado para su hermano era Arkham. En uno de esos complicados días en los que además de buscar un lugar seguro para su hermano, debía encontrar trabajo y vivienda, Charlotte fue a toparse con un joven, la mar de interesante, llamado Terry. Terry le recordó levemente a alguien, un tipo apuesto, seguro de si mismo y con muchos medios para ejecutar justicia, Bruce Wayne. Ella nunca tuvó nada en contra de Wayne pero al igual que todos los demás de la zona baja, no le gustaba verse como la mala. Joker nunca fue una especie de heroe para ella pero al menos les acogió y equilibró un poco las cosas... Terry parecía un buen chico, de la misma edad que su hermano. Charlotte trató de acercarse a él poco a poco, ahora más que nunca su hermano necesitaba un amigo pero siempre se veían obligados a pelear detrás del disfraz. Charlotte se sentía frustrada y a veces incluso desesperada pero si consiguió trabajo como asistente del señor Wayne, le anima esa pequeña esperanza a seguir esforzandose en llevar a su hermano por buen camino. El señor Wayne protestó energicamente pero cuando ella le comentó que había trabajado para Harvey Dent, Wayne la aceptó. Harvey, ese Harvey que parecía a punto de recaer necesitaba constante compañia, Robert le rogó a Harley que Charlotte estuviese con él un tiempo. Harley aceptó, muy recelosa. Harvey ciertamente mejoró y puesto que para él fue como un favor, Harvey en contra de sus principio ayudó a Joker y Harley con algunos papelillos. A Terry no le agradó la noticia pero poco a poco fue aceptando a Charlotte. A Charlotte le gustaba estar con su hermano pero no le gustaba nada que fuese tan gamberro, un gamberro peligroso. Charlotte se sentía entre dos mundos, el de lo correcto y el de lo divertido pero incorrecto. Edgar, su hermano, hacía que sus delitos parecíesen simples travesuras pero era peligroso y aún más cabreado. Lo que a Charlotte verdaderamente le dolió fue que Edgar se combirtiese en una especie de matón. En los momentos más bajos de su vida, siempre se ponía a ver viejas fotografias y leía y releía el libro de cuentos que les escribió su verdadero padre. Al señor Wayne Charlotte siempre le recordó a Selina Kyle pero el señor Wayne temía que acabase como Harley Quinn. Se podría decir que Charlotte tenía un poco de todas. La mejor jugada o el suceso más increible fue que Terry acabó rindiendose a los encantos de Charlotte. Eso, sí que lo aprendió de su autentica madre. En resumen, para Charlotte la vivencia en Gotham fue muy extenuante pero también llena de nuevas esperanzas y aventuras.

2 comentarios:

Asilo Arkham dijo...

A veces, la única salida es entrar en el Asilo Arkham. Un abrazo, Mary.

VonHellstaker dijo...

Muy interesante y muy buena imagen