martes, 8 de junio de 2010

No Se PuEdE eScApAr dE uNo mIsMo

Cuando le encontraron, fue... Como un renacer, empezar de cero, borrón y cuenta nueva o bueno eso es lo que se repetía una y otra vez. Tenía un precioso pañuelo rojo sobre sus, alguna vez, castaños ojos, ocultando la cruel y peligrosa realidad del muchacho. A juego con chaquetas más rojas que la mismísima sangre, confeccionadas con las mejores telas, las más suaves y de mayor calidad. El mejor corte peinado, un corte de pelo cuidadísimo y que le favoreciese sus finas facciones. Todas las muchachas decían que tenía la sonrisa más hermosa que habían visto. Él, aunque a menudo tentado, no parecía muy interesado en ninguna. Durante el tiempo que estuvo por aquí, con aquella adinerada familia, no hizo más que regocigarse ante todo el cariño que le fue dado. Parecía esa clase de muchachos que no han sido tratado muy bien por el destino sin embargo, hecho sorprendente, sabía comportarse como era debido ante gente de tal posición, tenía conocimientos muy avanzados en cualquier materia y sorprendentemente, aún viendose obligado a no ver, era tan diestro con la espada o cualquier otro ejercicio fisico como cualquier otro muchacho. Aprendía con fácilidad y siempre se sentía dichoso de enriquecer sus conocimientos. El señor de la casa se sentía tan orgulloso de él y la señora de la casa lo quería tanto o más que a sus demás hijos. Aún así, el muchacho se sentía inquieto. Algo parecía acecharle. No lograba dormir y no lograba advertir el motivo. Sólo sabía que él jamás sería como los demás. Era algo heredado.

1 comentario:

VonHellstaker dijo...

Heredado? que raro, no se sin eso seria la vida perfecta para cualquier muchacho