Se podría decir que él dibujaba o pintaba a toda persona que se encontrase por la calle, gente normal y corriente que a pesar de ello siempre tenían algo interesante que aportar, eso de día porque de noche iba a los lugares más extraños, se sentía como un niño, un niño travieso que encontraba cosas prohibidas pero muy hermosas... La gitana, esa chica de larga melena negra, ojazos oscuros y movimientos graciles que embrujaba a cualquier hombre o mujer que la mirase fue uno de sus cuadros más valiosos pero muy criticados, bueno todos eran criticados. La gitana vivía con su marido, un tipo mucho mayor que ella, bastante loco pero con historias fascinantes, tocaba la guitarra con mucha maestría mientras su mujer bailaba todos los Domingos o cada mañana en la plaza, era muy sensual. El pintor quedó maravillado, tenía que pintarla. Al principio no fue fácil ya que al marido no le gustó mucho la idea pero después de una larga y peculiar charla dió su brazo a torcer... Aquella mañana fue muy gratificante, llena de música, gente riendo y la gitana bailando, incluso tuvo el honor de conocer a otro tipo la mar de peculiar...
-Amigo payo, esté es el hombre sonriente, es un tío mu raro, mu raro pero me ayudó a salir del loquero.
-Encantado, supongo...
-Tomás exagera, demasiado vino.
El pintor se sorprendió, ningún gitano de la zona ni su esposa le hablaba así pero claro el no era un payo cualquiera, Tomás lo sabía y le dejaba hacer o decir lo que quisiera, eran muy amigos a pesar de que uno era gitano y el otro no... Fue algo digno de recordar.
2 comentarios:
JAJAJA me senti algo identificado con la historia. he aqui un payo JAJAJA que estes bien!
Pues nada xika, k sigas dibujando k lo aces muy bien,es estupendo igual k tú!Me pasaré de vez en cuando para ver tus cosillas y respeto a la historia... me parece muy bien,no debemos de discriminar a nadie nada mas k por sus actos y ahun asi... recapacitarlo.lo haces muy bien!! un besazo!!
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