
Es un local poco iluminado, las paredes y pocas luces parecen ser rojas, hay muchos dibujos con el diablo de protagonista y en el escenario un grupo de rock que en mi vida he oído hablar, la cosa promete.Los primeros acordes me incitan a mover mis caderas lujuriosamente, hay pocas chicas, lo se porque todas las miradas son para mi.Cuando el cantante suelta lo siguiente, me ruborizo:
-Un aplauso para nuestra única bailarina.
En mi vida he pasado tanta vergüenza pero aquí en el Inferno soy otra, subo al escenario, miro a todos los miembros del grupo y digo con descaro:
-En realidad el aplauso debería ser para vosotros, jamás una canción me había hecho bailar de esa manera.
-Eres una niña muy descarada, si tanto te gustamos ¿Por qué no vienes de juerga con nosotros?-Me sugiere el teclista, el único miembro pelirrojo.Mi yo racional grita que no dentro de mi cabeza pero mi yo impulsiva y con ganas de juergas grita si.Es la primera vez que unos rockeros me dicen eso y como toda adolescente loca acepte la proposición.Quería conocerles como poca gente les conoce pero les dije:
-Tengo coche, sólo decidme la calle e ire.
-¡Qué lista!¿Te damos miedo o es que no quieres que tu coche se lo lleve la grúa?-Me dice otro.
Decido ir con ellos, asi que dejo el coche aparcado cerca de mi bloque de pisos.Vuelvo y ahí estan todos sin instrumentos y con chupas listos para llevarme a donde quieran.Vamos en un Rolls-Royce phantom III negro, me siento como Alicia en el Pais de las Maravillas, o como en un sueño que curiosamente se alarga hasta que llegamos a una casa enorme.
-Bienvenida, esta es nuestra mansión.-Me indica amablemente el cantante, cuyo nombre no recuerdo.Entramos y era como las mansiones de las películas, llena de pasillos, escaleras y oscura.En el comedor, que era la habitación más grande que he visto, nos sentamos a charlar y a beber toda clase de alcohol...
-Me encantan tus gafas.
-Lo sé, son un regalo de mi madre.
-¡Qué horteras!
Eso me ofende pero a los demás no tanto, quizás se han acustumbrado a sus coñas.
-No te enfades, aquí Pyros siempre dice lo que piensa moleste a quien moleste.Forma parte de su caracter.
-Bueno pero no quiero volver a oírlo.
-Vale.Por lo demás estas perfecta.
Eso me gusta más.Creo que el alcohol me hace efecto más rapido que a ellos porque comienzo una conversación sin sentido:
-Mis amigas son unas estupidas.
-¿Por qué?
-Porque nunca me han dejado ser yo misma.Siempre me han limitado, han dejado que mi personalidad propia muera.
-Lo dudo.
-Yo no.Nunca han tenido en cuenta mis ideas y deseos pero siempre he tenido que respetar los suyos y son una mierda.
-Eso es lo que pasa cuando tienes amigos.La amistad es como el comunismo.
Tiene razón la amistad es todo para todos como en el comunismo y eso merma tu individualidad.
Me siento tan estimada con ellos, son unos genios...Creo que el alcohol va demasiado deprisa.
-¡Eres un genio!¿Cómo sabes tan bien lo que siento?
-A mi siempre me ha costado tener amigos por mi fuerte caracter.
-Y tu manera de ver la vida que es peligrosa.-Comenta el guitarrista con una sonrisa.Me recuerda a alguien, creo que le he visto en alguna fiesta de mi madrastra.
-Lo sé.Tendre que acostumbrarme a la soledad.
-¡Tú jamás estaras solo!
El pelirrojo es un tipo curioso y muy activo, no para quieto.Va de un lado a otro y mira que los demás estamos sentados.No puedo seguirle con la mirada, va muy deprisa.
-Creo que me estima demasiado.-Me dice.-Sería incluso capaz de morir por satisfacerme.
-¿En serio?
-Si.Para el la vida no cuenta sin mi.
La conversación se vuelve retocida.
-¿Quieres una prueba?-Me pregunta, acto seguido silba y dice al pelirrojo.-Cortate las venas.
Y para mi sorpresa y horror, lo hace, a los otros les parece muy divertido.Se raja la muñeca con una daga antigüa y pregunta:
-¿Quereís ver como me desangro?
-Haz que pare.-Suplico.
-Pyros ya vale.
Deja la daga y se pone sobre el corte un pañuelo apretado como torniquete.Estan locos pienso.
-Oye ¿Por qué que te llaman Pyros?
-Quemar, quemar es como follar, mi especialidad y mi juego favorito.-Me responde.
Creo que no puedo más, me mareo y les pido que me lleven a mi piso...Cuando abro los ojos estoy en mi cama pero en la mesa hay una nota que dice:
Querida Lolita:
Nos gustó mucho tu compañia.Cuando hayas superado el númerito de Stephen, nos gustaría que volvieras.Te prometo que no habrá nada muy desagradable.
Atentamente UNIDAD.
Y al lado una rosa roja que me hizo sentir aún atontada como en el Rolls-Royce.Creo que el Inferno se ha convertido en mi local favorito, digan lo que digan mis amigas.
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