miércoles, 27 de abril de 2011

FanFic Slayers OZELL



Dibujo en blanco y negro de Ozell ^^ La linda chica-muñeca que fue creada por Rezo para proteger el jarrón magico en el que se encuentra su alma en Slayers Evolution-R. Espero que os guste, me he esforzado mucho ^^


NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):

Ozell no varia mucho que digamos entre el manga y el anime, sin embargo en el manga se pueden apreciar más cosas de ella que en el anime ^^ Entre vosotros y yo, tiene más pinta de sirvienta victoriana que medieval, por lo que es seguro que me esfuerce en adaptar su aspecto más al de la epoca ^^' Ozell en Slayers es una especie de muñeca como aquellas que se fabricaban en la era victoriana pero yo voy a cambiar un poco eso, en mi FanFic Eterno Poder ella será humana pero una humana especial. La relación que tiene con Rezo en mi historia no variará mucho ya que me gusta emparejarlos y según Amber Rezo pudó basarse en su esposa a la hora de darle un aspecto a Ozell ^^ Dedicada a Amber, que le encanta Rezo y Ozell ^^


-¿Éstas bien? -Preguntaba una suave voz de hombre. -Espero no haberme excedido con ese hechizo... -

-S-Si. -Respondió ella abriendo los ojos lentamente.

El joven que se encontraba a su lado era un joven agraciado, de rasgos finos y equilibrados aunque sus ojos pareciesen fuertemente cerrados. Sus cabellos eran oscuros como la noche y aunque en ese momento algunos mechones se habían separado del resto, apenas se encontraban desordenados. La muchacha se incorporó de inmediato al ver el vivo color rojo de sus ropas. Realmente temía encontrarse ante un brujo rojo, uno de los servidores del Dark Lord más violento y temido por ello, Ojos de Rubí. Con la misma rapidez con la que se había incorporado, se disponía a apartarse de él pero la bonita y calmante voz del joven le hizo cambiar de parecer.

-No tengas miedo. ¿Cómo sería capaz de dañar a quien acabo de liberar? -Fueron sus palabras.

El modo en que el joven hechicero de rojas ropas con el que trataba de hacerla comprender que sus intenciones no era malignas le indicó a la muchacha que posiblemente no era un enemigo pero ¿cómo confiar en alguien trás todo lo que había padecido? Ella se limitó a observarle antes de aceptar la propuesta que le sería planteada a continuación:

-Comprendo que no confies en mí pero no puedo dejarte aquí sola. ¿Vendrías conmigo si te lo pidiese o me vería obligado a usar de nuevo la magía? -

Al poco de lanzar la propuesta, el curioso bastón que poseía rodó por el suelo como si en verdad estuviese vivo hasta llegar a su amo. Era un bastón plateado, en su cima se encontraba una pequeña gema roja y a los lados de la figura hexagonal unas anillas del mismo material plateado habían sido colocadas de modo que se rozasen cada vez que el bastón fuese usado. La muchacha comprendió entonces que ese hechicero era ciego y que además debía poseer un rango de gran importancia pues él fue el primer hechicero que vió con semejante bastón. Con el bastón en su mano derecha, como si de un soporte se tratase, el hechicero se levantó pero no echaría a andar hasta haberle ofrecido de nuevo que viajase con él.

-Por favor. -Insistiría. -Ven conmigo. -

La muchacha terminaría aceptando, al principio no muy segura pero al echar un rapido vistazo a la lejania, pudiendo apreciar que el lugar en el que había sido retenida estaba derrumbado, tomando su mano se encaminaría a una nueva vida. El joven se cubrió practicamente todo el rostro al echarse hacía delante la capucha del mismo fuerte rojo que la prenda que le cubría entero. A lo largo del camino la muchacha no podía evitar sonreir cada vez que él daba un paso pues el bastón emitía un sonido tán curioso como sonoro. A pesar de lo repetitivo o grillante que pudiese resultar, a ella acabó por gustarle. Tras varios pasos, en cuanto el joven hechicero advirtió que un vehiculo se aproximaba, el viaje se volvió no sólo más agradable sino que se volvió más rapido. Durante ese trayecto, tanto la muchacha como el hechicero trataron de averiguar algo el uno del otro.

-¿Es Ud hechicero? -Se lanzó a preguntar la muchacha sin cortarse un pelo.

-Así es aunque por estas tierras no es dificil encontrarse con hechiceros. -Le respondió con una sonrisa demasiada comprensiva por su parte. -¿Y tu has sido bendecida con el don de usar magía? -

La respuesta de la muchacha dejó bastante confuso al pobre hechicero.

-No lo sé. ¿Cómo se sabe que se sabe usar magía? -

-Pues... Interesante pregunta. Si no puedes usar magía, tampoco es algo malo. -Acabo por decir el hechicero, sin saber del todo como explicar esa cuestión.

-Entendido. -Dijo ella y pasó a otro tema. -¿Puede Ud decirme por qué me liberó? -

-Aquellas personas iban en contra de Dios usando la magía para sus perversos y egoistas fines. -Le comentó. En su tono de voz aún podía notarse enojo aunque lo estuviese conteniendo.

-Gracias. -Acabó por decirle casi en un susurro.

Al instante siguiente, el hombre les indicó que habían llegado a la ciudad de Vezendi, por lo que el trayecto había acabado. El hechicero se sorprendería de lo corto que se le habría hecho ese largo camino. Dilgear tenía razón, le gustaba demasiado estar con la gente y eso en su situación no era bueno. En cuanto la muchacha encuentre un buen lugar en el que vivir, continuaré con mi investigación pensó escuchando como el vehiculo que les había llevado hasta allí se alejaba. Antes de llevar a la muchacha a lo que no sólo podría ser su nuevo hogar, el hechicero quisó saber como dirigirse a ella. El nombre que ésta le daría le dejaría realmente sorprendido.

-Me gustaría saber tu nombre, ¿serías tán amable de decirmelo? -Le preguntaría con la mayor amabilidad posible.

-Alguien solía referirse a mi llamandome Ozer. -Respondió ella agarrandose a el.

Con mayor rapidez su desconfianza hacía él se volvía menor. Algo había en ese hombre que la hacía sentir a salvo de todo mal. Cuando él se marchó dejandola no sólo en un hogar y con un trabajo, lo supó.

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