martes, 25 de enero de 2011

FanFic Slayers BRUJERÍA


Este maravilloso dibujo no es mio pero lo pongo porque me es muuy inspirador y porque me encanta ^^
Zelgadiss detuvó su larga disputa con la sacerdotisa Eris al darse cuenta que Rezo se había detenido varios pasos delante de ellos.
-¿Ocurre algo Rezo? -Preguntó el muchacho alarmado al ver como el gran sabio con rojas ropas perdía la estabilidad de revente. Al llegar junto a él, acercandose para ayudarle a ponerse en pie, lo único que brotó de los labios de Rezo fue:
-¿Por qué lo hacen? -
Ni Eris, que les contemplaba muy preocupada, ni un Zelgadiss cuyos conocimientos comenzaban a ser puestos a prueba, supieron que contestar. Simplemente le miraron en silencio. Aún habiendo descubierto unos simbolos magícos similares a un gran ojo medio cerrado, Zelgadiss seguía sin comprender el desmayo de Rezo y mucho menos sus palabras. Dilgear, por orden del mismísimo Rezo, obligó a la sacerdotisa y al muchacho marchar a la aldea a media noche. Tanto Zelgadiss como Eris protestaron energicamente.
-¿Pero por qué? -Quería saber Zelgadiss.
-¿Y dejar a mi señor Rezo aquí? Ni hablar. -Decía en cambio Eris.
-¡Es lo que nuestro señor Rezo desea!-Bramó el hombre-bestia.
Ambos dejaron sus replicas y obedecieron, disgustados. Recogieron sus cosas y continuaron el camino, guiados por una pequeña esfera blanca que flotaba delante de ellos iluminando gran parte del paisaje. Dilgear al verles alejarse regresó con Rezo y los otros hombres. Dilgear fue el único que no cuestionó la orden dada por Rezo, nunca lo hacía. Zolf se armó de valor y fue quien lanzó la pregunta que todos deseaban hacer.
-Mi señor Rezo, ¿por qué ha les ha mandado avanzar sin nosotros? -Formuló Zolf la pregunta con voz temblorosa como temiendo ofender a su señor y ser severamente castigado. Todos miraron a Rezo, expectantes.
-Es posible que durante el tiempo que nos encontremos aquí, mi personalidad y por consiguiente, el uso que empleo de la magía varie. Temo que eso atraiga criaturas oscuras. -Rezo le respondió con voz calmada. Ninguno lo advertía pero Rezo se sentía desosegado auque hacía grandes esfuerzos por calmar su espiritu. Rodimus sentía tanta admiración hacía Rezo. Ciertamente era como un santo para él. Se hizo un silencio muy pesado entre ellos hasta que Rodimus, levantandose, anunció con una forzada sonrisa que se iba a dormir. Zolf le siguió pues su aplomo le había abandonado. Quedando tan sólo Dilgear, que contemplaba a su señor, a la luz del menguante fuego.
-Te convendría ir con ellos. -Le aconsejó Rezo consciente de que los penetrantes ojos de animal de Dilgear se mantenían fijados en él. Dilgear se lo tomó como una orden, como las ordenes dadas por su anterior señor, el monstruo que le dió esa forma, parte animal, parte humana, con sangre de sagrado elfo, por lo que se levantó y marchó a encontrar un hueco en el que dormir entre Rodimus y Zolf. Quedandose brevemente solo Rezo, con los sentidos muy despiertos, la mente inquieta y el espiritu ensuciendose. No había sido buena idea dirigirse a aquella aldea pero era su deber, aquellas buenas gentes no tenían la culpa de las provocaciones e invocaciones de las brujas al Señor Oscuro, Ojos de Rubí. A pesar de mantener fuertemente cerrados los ojos, Rezo tenía escalofriantes visiones durante su turbio dormir. Aquella noche, fueron, especialmente desagradables. Al despertar, todo empapado en sudor frio, Rezo percibió que las personas que le miraban no eran sus hombres. El sol aún no había salido, por lo que aún era de noche. Cada vez le costaba más dormir de un tirón. Una de esas personas, le saludo de un modo que dejó al gran sabio conmocionado:
-Sientase bienvenido a nuestras humildes tierras Portador del Gran Señor Oscuro Ojos de Rubí. -¿Portador? -Repitió Rezo con voz quebrada ante el difícil pero posible hecho de que aquel travieso demonio con aparencia inofensiva tuviese razón.
-Sí, Nuestro oscuro señor, nosotras te invocamos y has venido. Tal y cómo el otro Gran Señor Oscuro predijó. -Le informó otra hermosa voz femenina. Esas personas, al principio desconocidas para Rezo, debían de ser las causantes de los simbolos magícos encontrados por Dilgear. A juzgar por las voces, debían de ser varias brujas. La fragancia que emanaba de sus cuerpos eran una sutil mezcla de sangre y flores salvajes, sin olvidar su sudor. Se decían cosas terribles de las brujas, no sólo que invocaban a poderosos demonios, también se decía que yacían con animales para conservar su magía. Rezo, en principio no creyó aquellas barbaridades pero cuando las brujas se aproximaron a él, que seguía en el suelo y le levantaron sin necesidad de tocarle, comenzó a creerselos. Eran humanas pero sus habilidades magícas eran propias de demonios. Fue un breve encuentro pues Dilgear las espantó con tan sólo acercarse hasta dónde se hallaba Rezo. Ni Dilgear ni Rezo dijeron nada al respecto a Rodimus, se dirigieron hasta la aldea, en la cúal Eris y Zelgadiss les esperaban ansiosos, sin decir palabra. Para Rezo, la cuenta atrás comenzaba a acelerarse en contra de su voluntad.
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