Nunca mucho tiempo en el mismo lugar, siempre de un lado a otro en la gran ciudad, nadie lograba encontrarle, bueno nadie excepto Batman, porque Batman no es un vulgar policia NO y aunque le jodiese ser encontrado por el hombre-murcielago, en el fondo, quería ser encontrado, encontrado SÓLO por Batman.Tenían tantas cosas que aclarar porque Batman no quería llegar al extremo de matarle pero la linea se volvía en cada encuentro más fina...¿Cúando la cordura se esfuerza en parar a la locura qué ocurre?Vale todo esto se intuía desde la primera vez que se encontraron o eso pensaba Robin, el joven pero suspicaz Tim Drake, que junto al leal mayordomo Alfred, se iba dando cuenta de que pronto el juego acabaría, si, muy mal...
-Será que el bueno de Batman se nos va a volver malo...¡Mierda!¡Entonces ese loco tendrá razón y me niego a darsela!
Últimamente la gente no paraba de hablar de ello, de la posibilidad remota de tener que meter a Batman en la carcel...O peor, en el Asilo Arkham, porque un tío con pinta de murcielago, no sólo puede ser peligroso también se le tomaría por loco loco...Para los psiquiatras era posible pero triste pensarlo pero para los criminales era una idea genial, una especie de fantasia hecha realidad.Desde luego en las calles más problematicas, en los callejones más oscuros de la ciudad, los ciudadanos más corruptos empezaron a realizar apuestas, apuestas multitudinarias...
-Amigo ¿Tú qué dices?¿Batman se volverá un asesino o seguirá siendo un justiciero legal?
-Opino que todo esto es estupido porque Batman hará lo que hace siempre. Limpiar la ciudad de Gotham...
El camarero de ese asqueroso bar se quedó sin habla, su bar no era un lugar muy iluminado, más bien era pequeño y oscuro pero cuando ese tipo abrió la puerta, su figura se visualizó con una poca más de claridad y...¡Ooooh!Era un tipo alto, delgado y vestía con un curioso traje morado, sin lugar a dudas era él, era el peor criminal que podías encontrarte, El Joker.
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