sábado, 9 de enero de 2010

Miss DEAD


Vaale, no debí decir aquello de no tienes cojones... Ahora estoy muerta, sí, muerta. Una chica muy simpatica me lo dijo y yo aunque al principio no me lo creí ahora sí. Supongo que ya he vivido muchas cosas en plan fantasma y me he vuelto una creyente. ¿Mi misión? Supongo que encontrarme con mi asesino y matarlo o al menos desgraciarle la vida, lo que se me venga a la cabeza primero. Me gusta ser fantasma, al principio te sientes muy rara pero luego puedes hacer toda clase de cosas, mola aunque también tiene sus cosas malas. Me encontré con otros fantasmas y ellos eran taan feos. Supongo que eso de las alas y la aureola eran chorradas. Ahora me dedico a asustar a ancianitas, así conseguí un nuevo hogar pero no me gusta estar sola. En vida me sentía muy sola, en muerte no quiero seguir sintiendome así. Trato de hablar y hacer migas con otros espectros pero ninguno me hace mucho caso. Paseando por el viejo circo donde solian ir mis padres a disfrutar de una sana diversión, me encontre con un espectro la mar de particular. Estaba tan solo como yo, pero porque a él le daba la gana. Me contó una historia fascinante. El circo sufrió un gran incendio, todo se quemó y apenas hubieron supervivientes. Él estaba fuera del recinto pero intentando salvar a todos los que pudó, murió achicharado. Le mire de arriba a abajo y le solté:

-¿Quemado? Pues yo no te veo ninguna quemadura.

Lo sé, fui muy desagradable pero anda que él, él me contestó:

-¡Soy un fantasma y como fantasma que soy no me apetecer lucir mi horrible cuerpo! ¿Acaso tu vas mostrando tus cicatrices?

Entonces fue cuando, por curiosidad, fui a ver mi cuerpo, aún seguía ahí. Vamos, que nadie se había molestado en buscarme... Y en efecto, estaba en un charco de sangre, muerta y con unas rajas horribles... Me asusté muchísimo, salí corriendo. La otra vida es muy complicada, te enfrentas a cosas tan horribles como está o bueno, a ver tu cuerpo consumiendose en un ataúd. Ahora lo llevo mejor. Incluso soy feliz. Con respecto a mi asesino, le atormenté todo lo que pude hasta que se volvió loco y confesó mi muerte.

1 comentario:

VonHellstaker dijo...

Si, pareciese que a menudo sucede asi.