miércoles, 10 de junio de 2009

UN POCO DE PSICOLOGÍA...

La marihuana multiplica por dos la posibilidad de sufrir brotes psicóticos
Además, reduce el rendimiento, altera las capacidades cognitivas y produce pérdida de memoria. Puede generar depresión, ansiedad, psicosis y, en el peor de los casos, esquizofrenia.
¿Qué es es un brote psicótico?
El brote psicótico se trata de una ruptura con la realidad temporal provocada por el stress o el consumo de determinadas sustancias tóxicas. Puede tener muchas causas orgánicas o psiquicas como intoxicaciones o enfermedades mentales. Es una enfermedad de que requiere un exigente tratamiento psiquiátrico.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es una enfermedad cerebral crónica grave, que produce discapacidad. Las personas con esquizofrenia pueden escuchar voces internas que otros no pueden oír, o creer que otras personas están leyendo sus mentes, controlando sus pensamientos o conspirando para causarles daño. Estos síntomas provocan que ellas sean temerosas y retraídas. Su habla y comportamiento pueden ser tan desorganizados que son incomprensibles o asustan a otros.
Quien sufre de esquizofrenia experimente una distorsión de los pensamientos y sentimientos. Lo que caracteriza a la esquizofrenia es que afecta a la persona de una forma total, por lo que quien la padece comienza a sentir, pensar y hablar de forma diferente a como lo hacia antes. Dicha persona puede empezar a estar extraña más aislada, puede evitar salir con amigos, duerme poco o demasiado, hable solo o se ría sin motivo aparente.
Él término de esquizofrenia fue introducido por el psiquiatra suizo Bleuler en 1911. pero este trastorno ya fue identificado por el psiquiatra alemán kraepelin en 1896 bajo el nombre de "demencia precoz", queriendo significar que las personas afectadas, necesariamente sufren graves deterioros cognitivos y comportamentales, similar es a las demencias experimentadas por algunas personas ancianas, pero en este caso se daría en una edad juvenil.
¿Con un porrito "todo está bien"?
Las 'propiedades embriagadoras', como decía ya Herodoto en el siglo V del cannabis, un derivado extraído de la planta del cáñamo ('Cannabis sativa'), se deben fundamentalmente al delta-9-tetrahidrocanabinol (THC), el cannabinoide responsable de sus efectos en el cerebro.Cuando el consumidor inhala esta sustancia, generalmente fumando, el THC llega rápidamente al cerebro a través del torrente sanguíneo, por lo que sus efectos se sienten a los pocos minutos y pueden durar hasta dos o tres horas. Si se consume masticado, la cantidad de tetrahidrocanabinol que alcanza el cerebro es menor y tarda más en hacer efecto, porque se absorbe más lentamente.El THC se encuentra en diferentes proporciones según el preparado que se utilice: marihuana (que es el resultado de la trituración de flores, hojas y tallos secos, con una concentración de entre el 1% y el 5%); hachís (elaborado a partir de la resina de las flores de la planta hembra y con una concentración del 15%-50%) o aceite de hachís (resina de hachís disuelta y concentrada al 25%-50%).Los especialistas españoles del Plan Nacional sobre Drogas indican que justo después del consumo se produce lo que se conoce como 'borrachera cannábica': sequedad de boca, ojos rojos, taquicardia, descoordinación, risa incontrolada, somnolencia, y alteración de la memoria, la atención o la concentración. Una sensación de euforia que no tarda en transformarse en un síndrome 'amotivacional' y una pérdida de interés por las cosas, según informa elmundo.es
Riesgos desconocidos
Según Amador Calafat, psiquiatra y director de la revista 'Adicciones', en las últimas décadas se había extendido en España y en otros países europeos "la sensación de que el cannabis era inocuo. Y parecía que el que no se tomaba un porro no se enteraba de lo que era bueno". No parece casualidad que sea la droga ilegal más consumida en todo el mundo; en 2003, el 30% de los españoles entre 15 y 64 años declaraba haberla probado alguna vez.
En su opinión, esta creencia generalizada se benefició de una cierta complicidad de algunos medios de comunicación ("que apoyaron la legalización"), de lo que él llama el "lobby del 68", y de "los vacíos científicos que existían sobre sus riesgos". Sin embargo, añade, ahora ya no quedan dudas sobre cuáles son los efectos del consumo de cannabis, tanto a corto como a largo plazo.En el Reino Unido, por ejemplo, el gobierno acaba de endurecer la clasificación de esta droga para aumentar las penas de prisión para los consumidores y "proteger la salud de la gente joven".
Por un lado, explica Calafat, se ha demostrado que los problemas de concentración y de memoria"tienen efectos devastadores en el futuro de los jóvenes, porque les pilla en la mejor época de la vida para estudiar. Muchos de ellos experimentan dificultades de aprendizaje y abandonan los estudios antes de tiempo"."Algunos trabajos apuntan a que estas capacidades cognitivas se pueden recuperar en parte al abandonar el hábito y salir de la intoxicación crónica que sufren los fumadores habituales, pero otras investigaciones señalan que quedan importantes secuelas en algunas áreas cerebrales", añade por su parte el doctor Magí Ferrer, miembro de la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Además, su consumo habitual puede generar dependencia y adicción(entre el 7% y el 10% de los casos) y existen evidencias que demuestran que las formulaciones modernas tienen mayor concentración de THC que el cannabis que se fumaba en los años sesenta; lo que aumenta sus efectos. Unos riesgos que, según coinciden los especialistas, siguen sin ser aún bien conocidos por la sociedad (en 1994, el 60% de los escolares españoles consideraba más peligroso fumarse un paquete diario de cigarrillos que tomar un cigarrillo de marihuana esporádicamente).
Problemas mentales
Por ejemplo, el consumo de marihuana multiplica por dos las probabilidades de sufrir brotes psicóticos (con más riesgo a mayor dosis). "Parece que la marihuana podría actuar como desencadenante de estos ataques en personas con una cierta predisposición genética", advierte Calafat. Los trastornos se acentúan cuando el consumo se inicia antes de los 15 años (la media de edad de inicio en España es a los 14,7 años), probablemente porque esta droga causa cambios neurobiológicos en un período clave del desarrollo cerebral.Un reciente informe elaborado por expertos de la Oficina de Control de Drogas de la Casa Blanca (EEUU), advierte de que l os adolescentes que fuman marihuana tienen hasta un 40% más de riesgo de sufrir depresión, ansiedad, psicosis (alucinaciones) o algún tipo de enfermedad mental; especialmente en el caso de las chicas. Y aunque no se ha demostrado de una manera estadísticamente significativa que pueda causar esquizofrenia, sí
parece que empeora sus síntomas y agrava los ataques. "Es complicado decir si las drogas tienen este efecto por sí mismas o porque abren la compuerta a algunos trastornos que no se hubiesen producido sin su consumo", admite Ferrer.Este mismo documento explica que muchos jóvenes con síntomas depresivos están recurriendo a los porros para aliviar su malestar, "y no se dan cuenta de que la marihuana, en realidad, empeora su depresión". Los consumidores habituales, añade el informe, tienen pensamientos suicidas con tres veces más frecuencia que los otros chicos de su edad.Además, el modo de consumo más frecuente es mezclado con el tabaco, fumado sin filtro y con largas caladas, lo que también podría incrementar la frecuencia de problemas pulmonares; desde cáncer hasta patologías cardiovasculares. Por si fuera poco, cada vez más datos advierten de la implicación del cannabis en los accidentes de tráfico y de su papel como puerta de entrada hacia otras drogas 'duras'.
Lo he puesto porque me pareció muy interesante cuando lo leí y quería compartirlo con vosotros... Con que después de leerlo a ver sí os entran ganas de fumaros un porrito (Sarcásmo)

2 comentarios:

Asilo Arkham dijo...

Ahora más que nunca el Gran Arkham se enorgullese de decir que nunca ha consumido ningún tipo de droga, a pesar de haber tocado en grupos de rock; tampoco tomo ni fumo. Todos mis sueños, creaciones, alucines y tonterías son naturales.

Un abrazo.

Asilo Arkham dijo...

Este... mmmh... quise decir se enorgullece.