lunes, 13 de abril de 2009

THE GOLDEN AGE OF GROTESKE



Arriba, ¡BOOM!, ¡BOOM! pero abajo la gente trataba de disfrutar y de olvidar la maldita guerra. Alguien, allá arriba ganaría y no sería el indicado pero bueno mientras tuviesen música y buen arte les daba igual... Ingenuos, no tenían ni idea de los grandes cambios que vendrían. Charlotte se agarraba con fuerza a su amado, James tampoco hacía mucho por separarse de ella:

-Amada mía este puede ser nuestro último momento juntos. -Le decía pero entre la música y las bombas allí no había quien pudiese hablar.

-¿Qué? ¡No te oigo bien! -Le respondía ella.

-¡No importa! -Finalizó él, que en esos momento lo último que quería era asustar a su amada.

Mientras en un sofá Blackfield trataba de mantenerse entretenido con algo, algo que no fuese el terrorifico sonido de la guerra. En aquellos momento se sentía más niño que nunca, su corazón estaba muy agitado como cuando había tormenta y sus padres no estaban en casa. A LaFlame todo le daba igual, conocía su destino tan bien como Manson y Blackfield y para colmo todo parecía indicar que iba a ganar el hijo que pondría a su hermoso país patas arriba...

-¡Por favor LaFlame dime algo!

-¡Y qué coño te digoo! ¡Tú eres el escritor no yo! -Respondió a gritos LaFlame, no tenía ganas de nada y menos de hablar con Blackfield, por fortuna se sentó junto a ellos El juguetero, un chaval muy raro. -¡¿Tú no deberías estar tocando la flauta con los demás musicos?! (Dirigiendose al Juguetero)

-¡Vosotros dos sois más divertidos!

Blackfield se sintió alagado, sin embargo a LaFlame le dieron ganas de partirle los morros pero no lo hizó, ya había bastante violencia arriba.

-¿Qué haceís? -Preguntó acomodandose en el sofá.

-¡El gilipollas! -LaFlame no estaba de muy buen humor, la guerra entre gente del mismo lugar le enfurecía. En esos momentos estaba pintando sobre eso mismo. Por otra zona, en la barra, Jack N no daba a basto. Los pocos camareros con los que contaba estaban arriba malgastando su vida luchando por un ideal incierto. Pero no estaba sólo del todo, algunas prostitutas, muy generosas por su ayuda, también estaban siviendo copas. Principalmente Absenta, ahora más que nunca la gente quería al Hada verde. Parecía el fin del mundo, nadie quería salir de allí, los musicos no iban a parar de tocar hasta que la última bomba cayese y la gente no iba a dejar de bailar habiendo musica... ¡Todos celebraban la maravillosa Epoca dorada de lo Grotesco!

-¡¿Grotesko?! No me gusta ese termino. -Replicó Blackfield pero James que se lo veía venir le dejó claro por qué:

-Grotesko sí porque nos basamos en ir en contracorriente al igual que los Dadaistas pero nosotros no sólo hacemos cosas feas a los ojos de los demás, noo, las transformamos, giramos el sentido de su significado y se vuelven hermosamente feas...

-Sigo sin entenderlo... -Dijo Blackfield cruzandose de brazos mirando al suelo. Menos mal que LaFlame sí lo comprendió a la primera, ¿cómo no? siendo el más grotesko:

-Significa que, por ejemplo, lo que escribas aunque sea muy desagradable si lo describes de una manera hermosa irá siendo aceptado.

Justo lo que el había hecho desde que empezó a pintar, plasmar sus ideas, pensamientos y reflexiones de una manera literal y fea pero con colores atrayente, algunos incluso luego dirían hermosos. Por eso, James después de ver su obra y la de LaFlame se le ocurrió ese termino, bueno en realidad lo de grotesco vino cuando una amiga de su amada al ver a su amiga de las mil maneras tan particulares que la había pintado James Manson exclamó:

-¡Qué visión más grotesca tienes de tu novia!

Desde luego en aquel momento tanto LaFlame como Blackfield como James Manson se hicieron amigos, antes sólo eran conocidos, con un club muy selecto aunque luego les llevará a la muerte, cosa que sin ser groteskos ya suponían pero siendo groteskos al menos ya no morirían solos. Sería lo que unificaría poco a poco tanto al arte como a la música.

-Mucho mejor, así si alguno muere antes los otros guardaran su obra... -Dijó definitivamente deacuerdo con la idea LaFlame.

-¡Brindemos por los Groteskos y por sus descendientes! -Grito James agarrando por las caderas a Charlotte.

-¡¡¡Viva La Epoca dorada de lo Grotesko!!! -Gritaron todos mientras alzaban sus copas rebosantes de Absenta.

-¿Por qué Dorada? -Preguntó timidamente Charlotte. James la miró y luego levantandose del sofá con un orgullo que lo le cabía le contestó:

-¡¡¡¡Porque es así como mi hijo se la mostrará a los demás groteskos!!!!

Ni siquiera había nacido pero su padre ya tenía una fe ciega en él como precursor de su loco modo de vida: Arte, amor, música y controversia.

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