viernes, 1 de mayo de 2009

EL DIABLO CAMINA COMO UN HOMBRE



"Las religiones son fáciles de inventar. La mayoría de las religiones tradicionales tienen muy poco o nada que ver con la realidad, dependen de la ofuscación, interpretación, culpa y fe irracional —algunas mas que otras. Como el Satanismo es esencialmente una religión del ser, sostiene que el individuo y sus necesidades personales son primero. Si éstas son el jugar con trenes o los tacones de punta o cantar en la ducha, ésos son sus sacramentos y devociones. Hacer un inventario de viejos libros de cómics es como pasar las cuentas en un rosario, siendo cada libro una estación del viacrucis."

Cuando S se topó con el tal "Papa negro" en su propia Iglesia sintió que definitivamente la causa por la que luchaba se estaba yendo a la mierda, el gobierno había ganado. Ya no había religión cristiana... Pero ahí se equivocaba, pues ni cristiana, ni judias ni ni siquiera antireligión. Se rindió, bueno más bien se desmayó, se decían tantas cosas horribles sobre los satanistas y para colmo ahí estaba el lider. Cuando se despertó pensó que seguramente estaría muerto, sacrificado a Satán pero qué va, estaba acostado en su cama y por la habitación estaban sus amigos y LaVey.

-No te asustes, eso para empezar... Nosotros saliamos del Midnight Cabaret y nos encontramos con este caballero, nos dijo que necesitaba estar tranquilo y como tu iglesia es la menos visitada...

-¡¿Qué?!

Se volvió a desmayar. Mientras esperaban que S volviese otra vez a la consciencia. Los demás charlaban tranquilamente con su invitado. Un hombre extraño pero educado, inteligente, con buena oratoria y además parecía todo un lider, con las cosas muy claras. M se identificó mucho, Piro se fascinó y D, D meneaba la cabeza...

-¡En efecto! Lo que hago yo cada día, vivir la vida...

LaVey dijo que M y D eran un buen ejemplo de lo que trataba de hablarle a aquellos que quisieran escucharle. A S no le hacía mucha gracia su presencia, le ponía muy nervioso pero al Padre Otto le encantaba estar con él, menudas conversaciones tenía con LaVey. Parecía una batalla epica pero sin necesidad de espada. Desde luego de los cuatro o tres curas que había era el más abierto, defendía su fe pero no se cerraba a escuchar otras maneras de pensar, además era divertidísimo. El Padre Otto siempre llevaba una bufanda dorada con el simbolo de una estrella de cinco puntas parecida a la que llevaba LaVey en su bufanda roja, pero la de LaVey estaba invertida y en medio la figura de una especie de cabra...

-¿Sabes? Soy todo un pecador y lo admito pero como yo no mato ni robo... -Decía tan contento El Padre Otto, tenía el espirito de un chaval en el cuerpo de un hombre mayor. Cosa que siempre admiró S. De repente se levantó de la mesa y salió muy agitado gritando:

-¡Me he olvidado de traer la Biblia satanica!

Y cuando volvió, jadeante y le suplicó a LaVey que se la firmará... Vamos que los presentes no se pudieron reir más... Fue un día muy curioso pero por la tarde LaVey y los demás liantes se marcharon dejando a S solito. S a pesar de tener sus dudas con respecto a LaVey admitió que parecía un buen hombre, un buen hombre que iba por un camino equivocado pero buen hombre.

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