CUENTOS PERVERSOS

Laberinto

Izquierda - derecha - de frente

Vienes aquí y ya no sales

Izquierda - derecha - de frente

Vienes aquí y ya no sales

[Izquierda - derecha - de frente] (4x)

La Locura te ha encerrado

Y ha deformado tu Mundo Ideal

Se ha apoderado de tu cabeza

Corre, criatura, corre tan rápido como puedas

Tú ya no sabes quién eres

Tú ya no sabes lo que es el Amor

Tu reflejo se ha desfigurado

Nadie puede impedirlo

Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Toc, toc Toc, toc Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Qué puertas son las correctas

Mi perdida criatura

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Quiénes son los buenos y los malos

Mi perdida criatura

Me has a menudo desterrado de ti

A mi pesar tu corazón se ha quemado

Tu otro Yo, una segunda piel

Construiste una muralla en tu cabeza

Cuando me sumergí en tu alma

Y te usé para cumplir mi voluntad

Y luego ofusqué tus sentidos

El juego que no puedes terminarte

Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Toc, toc Toc, toc Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Qué puertas son las correctas

Mi perdida criatura

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Quiénes son los buenos y los malos

Estás en el Laberinto…

Estás en el Laberinto …

Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Toc, toc Toc, toc Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Toc, toc, déjame entrar

Déjame ser tu secreto

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Qué puertas son las correctas

Mi perdida criatura

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Quiénes son los buenos y los malos

Mi perdida criatura

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Qué puertas son las correctas

Mi perdida criatura

Izquierda - derecha - de frente

Estás en el Laberinto

[Izquierda - derecha - de frente] (2x)

Nadie puede decirte Quiénes son los buenos y los malos

Izquierda - derecha - de frente

Vienes aquí y ya no sales

Izquierda - derecha - de frente

Vienes aquí y ya no sales

Gracias a esta canción y seguramente a alguna más en ese plan se me ocurren un montón de cuentecillos oscuros o para afinar más, perversos, relacionados con laberintos imposible, niños perdidos y situaciones horripilantemente hermosas... Y no sólo la canción, el videoclip también está chulísimo y es pura inspiración, muy buena la visión de Oomph! para Alicia en el País de las Maravillas. Vale, un ejemplo:

Trás la gran puerta dorada se oían risas y murmullo. Una vez abierta, los niños comprobaron que en efecto trás la puerta había alguien y no era un alguien muy normal, se podría decir que era el mandamás reunido con los que parecían sus amigos en lo que parecía un opulento festín, los niños pensaron ¿Cómo es posible que haya tanta comida? Ambos tenían tanta hambre que uno de ellos fue directo a la mesa, a deborar todo lo que le fuese posible tragar sin embargo la niña, más prudente camino hacía el anfitrión de la fiesta y le preguntó:

-¿A qué es debido este festín, señor?

Todos los presentes callaron, quizás aguardando la respuesta.

-Se podría decir que soy feliz y celebro mi felicidad...

La niña inmediatamente sintió curiosidad y no pudó evitar preguntar una vez más:

-¿Y por qué está tan feliz?

-Porque por fin tengo amigos... -Respondió él sonriente.

-¿Se refiere a nosotros dos o a ellos? -Preguntó la niña señalandose y luego señalando a los invitados.

Uno de los invitados, todos demasiado formales pensó la niña, para ser una fiesta, le replicó:

-¿A quién va a ser si no?

Eso inquieto a la niña. Mientras su hermano comía y comía sin ni siquiera darse cuenta que la comida empezaba a podrirse ¿o acaso ya estaba podrida? Cuando la niña inquieta se acercó a su hermano para hablar con él, la vió y gritó, fue un grito horriblemente agudo y dijó a gritos:

-¡Está podrida!

Pero su hermano seguía engullendo, no parecía importarle. Sí, en ese instante la fiesta retomó su autentico aspecto, ya no había elegantes sillones ni brillantes lamparas encendidas, no, ahora todo estaba sucio, roto y oscuro, no sólo eso, ya no había invitados refinados, sólo el anfitrión riendo a carcajadas.

-¿Por qué se rie? ¿Acaso esto le parece divertido?

-¡Por supuesto mi niña! Habeis caido en la boca del lobo y ya no podreis ni siquiera salir de ella.

La niña agarró con fuerza a su hermano, lo llevaba a rastras hasta la gran puerta pero por más que intentaba abrirla parecía estar cerrada con llave, inexplicablemente. La niña comenzó a golpear la puerta, ¡Socorro! ¡Auxilio! ¡Estamos atrapados! El anfitrión, el oscuro anfitrión hizó un gesto de desaprobación y dijó:

-No deberías hacer eso, es estupido e inútil porque no hay nadie salvo nosotros tres...