lunes, 28 de febrero de 2011

FanFic Slayers RED GLUTTONY

Clow Reed ^^ Le he escogido a él como poderoso hechicero astral, personaje mencionado como uno de los tres que derrotan a Kaos Lord Khem en Gaiax ^^ Por lo que en Eterno Poder este vendría a ser el creador o descubridor de la Magía astral. Eterno Poder además de Elseword, es un Crossover ^^

NOTA DEL AUTOR (O AUTORA XD):
Además de Magía negra y blanca, hay Magía shamanistica y astral ^^ Esta magía requiere mucha concentración. En principio tán sólo era usada para traspasar barreras magícas o elementos de toda clase pero cuando su creador descubrió que también podía usarse para derrotar enemigos, principalmente demonios, comenzó a ser considerada y usada de modo parecido a la magía shamanistica. Khem descubrió la llamada Magía negra. Plaxe Hanui (o Lou Groun, como sería más conocido) descubrió la Magía sacra y crearía a partir de esta, la Magía blanca pero sería Hermes Trimegisto (o conocido en otros circulos como Clow Reed) el descubridor y creador de la Magía astral. En Gaiax Hermes Trimegisto debe de ser un tipo importante pues en la biografia de Khem aparece descrito como un tipo considerado un gran hechicero, con respecto a mi elección con el personaje Clow Reed... Clow es otro gran hechicero o mago que me encanta. Creador de las cartas que Sakura usa, creador de una magía que usa el poder de la noche y el día (o algo así, no lo recuerdo bien XD) y podía predecir el futuro ^^ Como se deduce o se sugiere en Tsubasa Chronicles podía moverse por las dimensiones, pues... Teniendo en cuanta que lo de astral es sinonimo de espiritual, creo que Clow Reed puede cuadrar. En la Magía astral el hechizo más poderoso es el Ra-Tilt.

Sentado a la sombra de un hermoso arbol, de buen tamaño y hojas ya en flor, acompañado por una magnifica criatura asemejada a un fiero león o un tigre, con grandes alas doradas, se encontraba leyendo tranquilamente un individuo de aspecto afable, piel clara y hermosos rasgos. Sus tunicas nada tenían que ver con la de los hechiceros del continente vecino. Tán coloridas y tán amplias, trazadas y abrochadas mediante una serie de finos cordones dorados. Sus cabellos se escurrían con suma facilidad sobre su ancha y despreocupada mente, oscuros como la noche y muy lisos. Sus ojos no eran muy grandes pero si claros y tranquilos, tras sus redondas lentes que no caían de su rostro gracias a una cadenita de pequeñas bolitas de color oro. Si el hechicero rojo se distinguía por mantener sus no excesivamente largos cabellos oscuros perfectamente colocados a los lados o el buen Groun por una castaña cabellera con mechones aqui y allá, que le hacían lucir como el excentrico entre los tres sabios, a nuestro reposado amigo se le distinguía por amansar sus cabellos mediante una sencilla cinta. Un apuesto y meditativo individuo a primera vista pero todo un admirador de la sorpresa y los enigmas. Un intelectual con un sentido del humor muy original. La figura que caminaba hacía él, alertando a su alado compañero, era una figura de hermoso y curvilineo cuerpo. Cabellos oscuros y largos, muchísimo más que los suyos, perfecto flequillo que ocultaba sus finas cejas pero no sus inquisitivos rasgados ojos marrones. Una fina nariz y unos rojisimos labios hacían juego con sus ojos de animal silvestre. Una sonrisa traviesa se dibujó en los ojos del sabio al oir los firmes pasos de la dama. Era tán oriental, más de una vez el sabio había tenido más de un libidinoso pensamiento, por lo que no fue difícil advertir cúan feliz se sentía de que precisamente fuese ella la que en aquella suave mañana de primavera fuese en su busca.

-¡Amo Clow! ¡¿Dónde demonios se encontraba?! ¡Llevo toda la maldita mañana buscandole! -Exclamó deteniendo sus pasos frente a él, que con una desesperante y calmada voz simplemente dijo:

-¿Así? Pues he permanecido aquí toda la mañana. -

La criatura de soleada piel acabó por abrir los ojos, los gritos de la muchacha había logrado despertarle. Con un alto bostezo indicó su descontento. La muchacha crispada ante la pachorra de su maestro, dió otra serie de gritos:

-¡Ya me he dado cuenta! ¡Ahora mueva el culo y venga conmigo! -

A Clow no le gustaba que se dirigiese a él de esos modos pero al resultarle tán graciosas sus palabras o sus reacciones, no solía emplear grandes castigos con ella. Tarde o temprano acabaría comportandose. Sin dejar de esbozar esa sonrisa encantadora que solía esbozar, cerró el libro y la siguió, eso sí, todo a su ritmo, desesperando a la inpaciente muchacha. La criatura contempló con ojos vagos como su señor y la ruidosa muchacha abandonaba el gran jardín. Con otro bostezo, el animal retomó su siesta, sin importarle el hecho de haber perdido la comodidad que suponía recostarse sobre su señor o intercambiar el suave tacto de sus tunicas por el de la fresca y rasposa hierba. Caminando a paso ligero cogido de la mano de la muchacha, sus pasos resonarón por todo la tarima de madera. La sorpresa fue mayúscula para Clow al adentrarse al amplio salón y al colocarse las lentes encontrar a la persona que menos esperaba encontrar en su hogar.

-Buenos días, Hermes. -Comenzó a hablar el hombre todo vestido de blanco poniendose en pie. -Ha pasado tanto tiempo... -

Las lagrimas no le permitieron continuar. Hacía tanto tiempo que no veía a ninguno de sus dos y únicos amigos. Clow avanzó hasta él y ambos se abrazaron con intensidad. La muchacha se quedó a lo lejos observandolos, su maestro jamás le había hablado de aquella persona o de su relación con ella. A pesar de lo bromista que solía mostrarse, era un hombre misterioso, no le gustaba hablar de sí mismo. Aunque los ojos de Clow se mantenían serenos, se percibía en ellos una gran ternura. Para el joven Clow, Groun siempre fue el más sensible y desvalido de los tres que iban con Merlín. Torpe e inseguro pero con un corazón de oro y siempre ponía el doble de esfuerzo y atneción en las enseñanzas de Merlín. Clow asintió con una hermosa y calmada sonrisa.
-Hacía tiempo que nadie me llamaba así. Al principio he creido que te referías a otra persona. -Bromeó separandose de su emocionado amigo.
Groun rió llevandose una mano a la boca. Volviendo a sentarse, antes de comenzar a charlar, Clow pidió a la muchacha que les trajese un poco de té.
-Yuuko, ¿serías tán amable de traernos un poco de té? -
Ella descruzó los brazos y con gesto energico contestó:
-Ahora mismo, maestro Clow. -
Nada más decirlo, salió hacía la cocina y pasó un buen rato preparandolo. Clow y Groun observaron como se marchaba. A Groun le pareció una muchacha encantadora. Clow le contó que la había encontrado hacía tiempo y que era muchacha muy portentosa pero con muy mala fortuna. Huerfana y con grandes habilidades magicas.
-Ya veo. Yo también suelo dar un mejor futuro a muchos jovenes, especialmente a muchas jovenes consideradas brujas. -Le comentaba Groun con gran satisfación.
-Me agrada oirlo. Siempre pensé que jamás serías capaz de hacer nada sin mi ayuda o la de Khem. -Le decía Clow con una amplia sonrisa.
La muchacha llegó y aunque olvidó algunas de las formalidades que le había enseñado Clow, les entregó dos tazas repletas de Té verde. Groun la observaba con curiosidad, para ser tán joven, era realmente bonita, lo que más le atrajó fue su fina y blanquicina piel. Sus rasgos también le impresionaron gratamente. Ella se ruborizó al darse cuenta pero cerca de Clow fingió indiferencia. Servido el té, retomó su posición de gatita curiosa junto a la puerta pero al cabo de un rato, Clow le pidió que se encargará de algo mientras ellos charlaban. La muchacha obedeció pero no le pareció justo. Groun, tál y como se apreciaba en sus ojos, no venía a recordar viejos tiempos, Groun tenía algo importante de lo que hablar.
-Pero como puedes ver ya no soy un chiquillo. -Le contestó tras un largo sorbo a su taza de té. -Aunque dada la situación actual, me gustaría volver a ser y volver a aquellos años en los que estabamos juntos. -
La tristeza y la rabia quebraban la voz de Groun. Clow le escuchaba atento, sin decir palabra. Había pasado algo o peor, pasaría algo pronto y no sería bueno. Las palabras salían con dificultad, como si cada una de ellas fuese un trozo de cristal que saliese de su boca pero Groun, a pesar del dolor y las ganas de romperse a llorar, hacía grandes esfuerzos por contarle a su otro gran amigo lo mucho que había cambiado Khem. Tenía que saberlo. Tenía que saberlo para tomar una decisión.
-Ahora todo es tán complicado. Me he pasado largo tiempo buscandolo, había oido que no vivía lejos de Ávalon pero al no conocer el lugar exacto, me ví forzado a ir de un lado para otro. Sé que cuando te diga esto me regañarás pero yo sigo creyendo que puede haber algo bueno en él, algo del Khem que conocimos de niños y por eso lo he estado buscando pero se está metiendo en un terreno muy peligroso. Los angeles dicen que sus ambiciones son intolerables y que hay que ponerle freno. Los demonios le odian, no soportan que un humano sea más poderoso que ellos. Yo, yo no sé que hacer. Los angeles me han pedido ayuda pero tú sabes que yo, yo no sería capaz de traicionarle. Es mi amigo. Por lo que he venido para pedirte, para rogarte, una solución. -
Clow se quedó atónito. En la zona vecina iba a prepararse una guerra de proporciones monumentales y el no había sido informado hasta ese momento. Merlín ya lo había presentido pero se negó a creerlo. Merlín al igual que Lou Groun se esforzaban en ver en Khem algo bueno cuando nunca hubo nada. Clow miró a su amigo frunciendo el ceño, volviendose su calmada y risueña expresión seria. Con voz serena sólo pudo decir:
-Yo ya sabía que esto pasaría. Khem nunca fue como nosotros ni nunca lo será. -
-¿Qué quieres decir con eso? -Quisó saber Groun. -¿Acaso es cierto que tú y Khem nunca llegais a llevaros bien? -
A Clow le resultó duro exponerle que él gracias al descubrimiento y desarrollo de la Magía astral o Magía espiritual, descubrió que su amigo Khem era distinto, extraño. Un humano cuya alma no brillaba de ningún modo ni color, que el modo de expresar sus emociones no era natural, que su amigo parecía vacio por dentro. Al principio se sintió horrorizado, se negó a creerlo pero con el tiempo, trás ir observandole con más detenimiento, acabo convenciendose de ello, volviendose así más distante su relación. Khem tenía grandes ideas pero sus proyectos resultaban a menudo peligrosos o inmorales. Con una agridulce sonrisa Clow asintió. A Groun siempre le disgustó que sus dos únicos y mejores amigos mantuviesen esa relación tán hostil pero como bien dijo, todo se había complicado de un modo atroz e imparable. Groun deseaba parar sus acciones pues a lo largo de su busqueda había encontrado pruebas que le mostraban o que le señalaban las malas acciones de su amigo, sin embargo enfrentarse a él, no se sentía preparado. Era algo que le destrozaría aún más. Clow chascó la lengua y le prometió:
-Plaxe, te prometo llegar a una buena solución. Sabes tán bien como yo, que debemos detenerle. Si tu no puedes, lo haré yo y te prometo que será una muerte piadosa. -
Lou Groun se marchó muy agradecido. Clow pasaría el resto del día reflexionando, recordando y atesorando ideas. Con los ojos fijos en el gran jardín, sin apartarlos del arbol más grueso y bello que poseía, su arbol favorito, que se encontraba todo florido. Khem, sería un asunto complicado pero Clow deseaba que no fuese imposible. Al menos antes tus proyectos iban para un buen fin pensaría antes de ser interrumpido por la muchacha, que le indicaba a gritos que la cena ya estaba en la mesa.

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